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Entrevistas preliminares

Publicado por Betina Ganim

Como en el anterior post introduje la cuestión de la «técnica» en psicoanálisis -que no es sin ética- hoy hablaré un pcoo de la cuestión de las «entrevistas preliminares».

En principio, hay que decir: preliminares a un análisis propiamente dicho.

Esta práctica de entrevistas preliminares se ha utilizado en Francia normalmente desde hace mucho tiempo; es algo «habitual» si se quiere.

Lacan tenía esta práctica y es un concepto que carece de ambigüedad, ya que para que alguien se introduzca en un análisis debe estar «informado» al respecto, ya que es cosa seria.

entrev prelim

Antes de someterse a esta empresa, el sujeto debe saber que un análisis no es ir a conversar con un psicólogo, no se trata del «bla-bla-bla».

En todo caso, si es un bla-bla-bla, eso tiene consecuencias para el sujeto; así que debe estar advertido de ello, y para eso tenemos la práctica de las entrevistas preliminares.

Entre otras cosas, este tiempo preliminar nos permitirá verificar la fuerza del deseo de saber de ese sujeto en particular.

Antes de que se establezca un compromiso formal, el paciente debe saber que a quien se dirige, desaparecerá como sujeto, incluso como semejante el único sujeto en juego en un análisis es el paciente.

Pero, no solo del lado del sujeto hablamos de esta seriedad del asunto. El analista también debe estar advertido, y se deberán verificar ciertas cosas.

Principalmente de la estructura que subyace a ese sujeto particular: ¿se trata de una neurosis, de una psicosis, de una perversión? ¿Es una psicosis no desencadenada?

Ahí el analista debe avalar ese tratamiento, y la ética no es la deontología que emana del Código de Ética del Colegio de Psicólogos en que el analista está colegiado… Esta dice que un «psicólogo» debe atender a TODOS los pacientes que llegan a su consulta.

En psicoanálisis, la ética va por otro lado…

Si el analista sospecha que un paciente es un «pre-psicótco» debe poder discriminar esta situación y ver si está a la altura de sostener un tratamiento tal; ya que si es una psicosis no desencadenada, el psicoanálisis puede desencadenar la psicosis, si el analista se ubica rápidamente como Otro que sabe…

Tal vez en esos casos haya que retroceder, y para eso está la práctica de las «entrevistas preliminares»; el analista debe estar convencido sobre esta cuestión clínica estructural, porque de eso derivará la dirección del tratamiento.

Otro tema que implica esta práctica de entrevistas preliminares es la transferencia: verificar la cuestión transferencial. Ese encuentro con un supuesto saber -que no es el analista, el saber del analista- el saber del inconsciente del propio sujeto.

Y en realidad, esa transferencia aparece aún antes del encuentro con un analista: empieza con la transferencia con el psicoanálisis como tal, en el que se puso en cuestión algo sobre su deseo….sabemos que un análisis remite a eso, en última instancia: al deseo del sujeto.

Y también sabemos que el paciente en principio viene con una demanda, y el analista no puede prometer la felicidad, sino que apuesta a que en esa demanda hay un deseo que formalizar para que comience un análisis.

FUENTE: MILLER, J-A. «Conferencias Porteñas»