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Histeria y Amo

Publicado por Betina Ganim

Esa frase que nos viene del Derecho que dice que nadie está obligado a dar testimonio en contra de sí mismos es algo que tiene que ver con el dicho y el decir. En psicoanálisis esta frase no tiene lugar, en el sentido de que nada de lo que diga será usado en contra del paciente, sino todo lo contrario.

En principio, la única «directiva» que en psicoanálisis tenemos para dar a un paciente es la regla analítica, la regla fundamental de la asociación libre. Esto implica que a partir de esta regla, cada uno está obligado de alguna manera a dar testimonio en contra de sí mismo.

En la última enseñanza de Lacan ya no se habla más de la rectificación subjetiva, sino más bien que se habla de «histerización» del discurso. Si vamos a la parte de arriba de la escritura del discurso histérico, tenemos lo siguiente: $ S1

Esto es, un sujeto barrado, dividido, tachado ($) que se relaciona como agente del discurso, es decir, en dirección a un Significante Amo cualquiera, según el caso (S1)

En la histeria lo que vemos es que el sujeto se distancia del dicho, y eso muchas veces lleva la pánico y la pérdida de referencia.

Miller comenta el caso de una paciente que estuvo en entrevistas preliminares durante un largo tiempo, debido a una dificultad en el cambio de posición subjetiva. Es muy importante tener en cuenta la diferencia entre la posición de un sujeto y su apariencia: mujeres que se muestran fuertes, emprendedoras, «madrazas», que manejan la casa entera y hasta la agenda de su marido, pueden ser como niñas desprotegidas…U hombres fuertes, grandotes, «machotes» que son niñatos…

Pero en el caso este que comenta Miller se trata de una mujer que brilla por su inteligencia y por su «cultura», y que sin embargo tenía reacciones tales como que decía algo, el analista asentía, y al instante negaba lo que había dicho primero; es decir,decía todo lo contrario, a la vez que justificaba y explicaba todo lo contrario. Esta es la distancia de la que hablamos, la distancia del dicho.

La histeria, el sujeto histérico, cuestiona el significante Amo, esa es la relación al S1. O sea, lo construye, lo promueve, lo arma, lo busca pero para castrarlo, para dividirlo, a partir de su propia falta; es como una manera de demostrar que su posición de falta es aún más poderosa que el Amo mismo…

Podría decirse que es la firma de la histeria este rasgo, y algo que pasa todo el tiempo en la clínica, lo que nos muestran las pacientes en esta posición.

El sujeto histérico se muestra en falta, esperando algo del Otro, pero al mismo tiempo, en ese mismo movimeinto que se dirige al Amo para que le diga «algo», a la vez demuestar que ese Amo no puede hacer nada con ella. Esto es algo que arma casi un emblema de la histeria, de esta posición discursiva.

De hecho, así nace el pscoanálisis, en esta misma coyuntura.

MILLER, J-A «Introducción al método analítico»