La enseñanza de Jacques Lacan
Podemos decir que Lacan profesa una enseñanza crítica, y una de las vertientes de esta enseñanza crítica es la crítica epistemológica. Esto debo plantearlo en los mismos términos que la creencia y la ética.
Sabemos que la epistemología clásica y académica es definida como el estudio de métodos, procesos y caminos mediante los cuales se obtiene determinado saber. Con esos medios se pretende organizar las reglas de formación de ese saber en una época determinada.
Hay muchas concepciones epistemológicas. Para introducir a Lacan y su enseñanza crítica, siguiendo las puntualizaciones de J-A Miller, podemos centrarnos en al menos dos:
Una, que consiste en descubrir y ver mejor lo que hay en el mundo, lo que implica que el saber ya está ahí (hay saber en lo real) Para Lacan, la ciencia moderna rompe con la episteme antigua y medieval introduciendo un nuevo régimen de saber. La misma resulta de un predominio de la razón sobre la experiencia, de la matemática sobre lo experimental. La frase de Galileo “la naturaleza está escrita en caracteres matemáticos”, expresa bien la idea de que, lo que la ciencia descubre, lo encuentra ya escrito en la naturaleza. Lo que resulta de esa experiencia de saber es que hay saber en lo real. La ciencia responde a un axioma positivo, ese que parece verificar que hay saber en lo real.
La otra concepción epistemológica consiste en que el saber se inventa; no estaba antes en el mundo, se agrega a él. En la experiencia analítica el saber es supuesto, ya veremos más en detalle la noción de Sujeto supuesto Saber que introduce Lacan. Pero podemos mientras adelantar que es un saber que supuestamente está en la palabra, en la palabra del analizante; en el texto que se produce por la regla de asociación libre en la experiencia analítica. Es un saber distinto del saber de la ciencia.
El saber y el real de la ciencia se diferencian del saber y del real en el psicoanálisis.
Esta concepción epistemológica es a la que Lacan adhiere. Una epistemología creacionista -dice J-A Miller- que pone el acento en la invención de saber.
Y aquí se hace necesario diferenciar invención de invento.
La noción de invención que manejamos en el psicoanálisis lacaniano tiene que ver con la singularidad propia de cada sujeto – con su historia- lo que cada uno “inventa”, “crea”, “cree”.
Es harto dicho en psicoanálisis y en la experiencia psicoanalítica misma que la realidad no tiene que ver con los hechos fácticos de la vida de un paciente, con lo que sucede en la «relaidad efectiva», sino con aquello que con Freud llamamos “realidad psíquica” y con Lacan podemos hablar de realidad fantasmática.
Con el mito individual de cada sujeto. Su verdad, que no está hecha más que de ficción.
El psicoanálisis, al tomar esta orientación, hace un uso muy singular del saber. Se distingue del uso que se hace del saber en la educación, en las sabidurías, en las artesanías y en la ciencia.
Por lo tanto, teniendo en cuenta lo que les introduje, interesarse en una epistemología del psicoanálisis es interesarse por las condiciones mismas de la producción de saber. Y Lacan ha buscado las condiciones de producción de saber no sólo en la experiencia analítica, sino también fuera de ella.
En psicoanálisis apuntamos siempre a la CAUSA. Y con Freud sabemos que esa causa es inconsciente y sexual.
FUENTE: Recorrido de Lacan, de J-A Miller