La enseñanza en psicoanálisis
En la clase II de su Seminario sobre La angustia (Seminario 10), Jacques Lacan dice que antes de seguir avanzando en su discurso sobre la angustia, cabe el planteamiento acerca de ¿qué es una enseñanza? El público que asistía a los seminarios de Lacan era casi en su totalidad de analistas. Dada esta particularidad, y dado que Lacan se referencia en la experiencia analítica, esta enseñanza debe tener un efecto en cuanto el analista es u interpretante. Es decir, el analista juega en el ámbito de lo que «no se sabe».
Se supone que el analista algo sabe, pero la pregunta que hace Lacan es si ese saber, eso que el analista sabe puede enseñarlo…Ni tampoco esta sería la cuestión última, sino más bien, dice: la cuestión es ¿qué es enseñar eso que sabe? ¿Qué es enseñar, si cuando nos referimos a ello tiene que ver con enseñarlo a quien no puede saber? Y en esto estamos todos en lo mismo...
La consecuencia de esa base tan poco sólida es que por ejemplo, el mismo seminario que está dando Lacan no sería más que un control, en tanto él intervendría solo como intérprete. Y d elo que s etrat más bien, es de compartir un trabajo comunitario entre quienes atraviesan la experiencia del psicoanálisis, digamos que orientado por una teoría clínica, que no se nutre e más que de la experiencia analítica misma.
Lacan se refiere entonces a esa experiencia común a partir de la cual se da toda enseñanza. Es por eso que él no puede ser solo un intérprete en este dispositivo (en su seminario), sino que tiene que ir más allá de esa función, intento «hacer comprender»…Algo que no tiene mucho que ver con la experiencia analítica.
Justamente, sostiene Lacan, es este el escollo de la psicología: el «hacer comprender». Para él, en tanto hablará de la angustia, esta cuestión deberá quedar en suspenso.
La cuestión es explicar a título de qué podemos hablar de la angustia, cuando se nos presenta de las maneras más diversas, tanto en la experiencia como en el discurso que existe sobre ella. La angustia de Kierkegaard, la angustia patológica de la que nos ocupamos los analistas, con nuestros pacientes neuróticos; pero también está la angustia en el perverso, e incluso en las psicosis…
Podemos decir que estas maneras diversas de abordar la angustia tiene una estructura común, pero escapa a nuestra comprensión. En este punto Lacan nos advierte de no creer tanto en lo que s puede comprender.
Y Lacan sostiene, nuevamente: la angustia es un afecto. De allí parte.Que ya es bastante.
Es decir, que entonces en tanto «enseñante», abordar un tema como el de la angustia, tendrá que proponerse siguiendo distintos caminos, que pueden resumirse en tres puntos, bajo tres rúbricas, que desarrollaré el post que viene.
De momento, introducirlos en este Seminario, con el decir de Lacan. Es impresionante el detalle con el que va avanzando. No se apura y pide lo mismo a su auditorio: no apurarse en comprender. Poco a poco, paso a paso.
FUENTE: LACAN, JACQUES. CLASE II: LA ANGUSTIA, SIGNO DE DESEO. EL SEMINARIO DE JACQUES LACAN, LIBRO 10, LA ANGUSTIA. ED. PAIDÓS