Capacitación y Empleo
En épocas de crisis las empresas tratan de reducir sus gastos, como por ejemplo en sus programas de capacitación, aunque no pueden llegar a reducirlos del todo porque imperiosamente necesitan formar nuevos líderes.
Pensar a largo plazo en países inestables es difícil, de modo que sólo las grandes corporaciones son las que tienen proyectos a largo plazo y programas de capacitación y empleo para jóvenes profesionales.
Sin embargo, aún esas empresas no se pueden dar el lujo de esperar dos años para que un profesional se capacite y comience a trabajar, de modo que estos programas actualmente pueden durar de diez a doce meses.
Aunque la desocupación ha disminuido, todavía existe gran parte de la fuerza de laboral excluida de un empleo fijo y la tendencia actual de los vaivenes económicos no garantiza un revertimiento de esta situación a corto plazo.
De todos modos, a pesar de las crisis, los encargados de buscar personal están de acuerdo en afirmar que encontrar gente talentosa no es fácil.
Se trata de buscar personas que además de tener un título estén dispuestas a aceptar el desafío de aportar su diferencia, o sea la aptitud necesaria para atreverse a tener una visión de conjunto y poder contribuir con una participación valiosa para la empresa, pero con estos requerimientos y a estos niveles aún resulta muy compleja una búsqueda.
La vida moderna ha cambiado la mentalidad de los profesionales jóvenes, quienes se consideran los únicos responsables de administrar sus carreras y no tienen escrúpulos en cambiar de trabajo si reciben una mejor oferta de empleo.
Esta modalidad, en tiempos de escasez de trabajo se puede reducir, pero ni bien cambian las reglas de juego en el mercado laboral, es común que vuelvan a intentar nuevas perspectivas con mejores condiciones.
El mundo del trabajo se mueve motivado por este nuevo paradigma que es muy difícil que cambie de manera profunda por las crisis, de manera que las empresas están abocados a cuidar a su personal eficaz de todas formas y mantenerlos satisfechos con su trabajo.
El mensaje para las organizaciones que brinda esta nueva generación de profesionales es que las empresas deben aumentar los niveles intermedios en los proyectos de carreras empresariales, permitir horarios flexibles, favorecer la conexión y la calidad del trato del personal jerárquico, tener objetivos claros y mantener una permanente comunicación en todo momento y no sólo en momentos de crisis.
Las empresas multinacionales emplean aproximadamente entre todas, alrededor de 350 profesionales por año.
El perfil de estos jóvenes profesionales, en estos momentos, revela que tienen en general menos de treinta años, cuentan con un título universitario, aunque pueden adeudar materias para recibirse o bien pueden estar todavía cursando la última etapa de sus estudios.
Las carreras con mayor demanda laboral son las de Ciencias Económicas y las de Ingeniería, aunque las demás áreas también pueden tener oportunidades en estas empresas.
En estos programas para jóvenes profesionales, generalmente, no se exige experiencia previa, pero sí se evalúa el potencial personal, el desempeño como estudiante universitario y los buenos conocimientos de inglés.
La Consultora Watson Wyatt afirma que un 63% de los candidatos que se presentan respondiendo a la búsqueda resultan elegidos, y más de un 90% ingresan a trabajar.
Aunque los datos relacionados con las remuneraciones no son precisos, el salario inicial bruto es alrededor de los cuatro mil quinientos pesos al comenzar; elevándose a cuatro mil setecientos y hasta cinco mil doscientos al finalizar.
Fuente: “La Nación”, Edición Empleos, agosto 2009.