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La Prisa

Publicado por Malena

La Prisa

Prisa significa prontitud, ganarle al tiempo para cumplir con una obligación. Acelerarse sin detenerse ni hacer pausa alguna o hacer algo con urgencia. Vivir de prisa, trabajar demasiado o gastar la salud sin reparo. La prisa es una carrera contra el reloj que siempre se pierde.

En Marruecos dicen que lo que mata es la prisa y se ocupan con toda dedicación a hacer las alfombras a mano, nudo a nudo y una alfombra puede llegar a tener hasta 160.000 nudos por metro cuadrado.

En China, la paciencia es una de las principales normas de conducta. El virtuoso tiene que tener como principal virtud a la paciencia.

La prisa es una forma de vida que comenzó en Occidente a partir de la revolución industrial, en 1789 con el descubrimiento de la máquina a vapor. Desde ese momento surgieron máquinas para todas las actividades humanas que antes se hacían a mano.

En Inglaterra, las telas se confeccionaban con telares manuales que se manejaban a pedal hasta que surgió el telar automático, que provocó una crisis de desocupación, porque la máquina reemplazó el trabajo del hombre.

Supuestamente, si un mecanismo eléctrico se ocupa del trabajo humano, el hombre debería haber ganado tranquilidad y tiempo, sin embargo, cuanto más desarrollada está la tecnología, más alienante y acelerada se torna su vida.

Antiguamente la tarea de producción requería mucho tiempo o muchas personas para realizarla. Pero en ese tiempo el objetivo se centraba más en la calidad que en la cantidad de los productos ya que sólo unos pocos privilegiados podían acceder a comprarlos.

Las condiciones de trabajo eran infrahumanas, sin límites de horarios, sin vacaciones, en ambientes insalubres y sin ningún beneficio social, que exponía a los trabajadores a caer en la indigencia frente a una enfermedad o contingencia.

En la actualidad esas condiciones han mejorado en todo el mundo y tanto los obreros como los empleados están protegidos legalmente habiéndose elevado su nivel de vida en muchos aspectos. Sin embargo el avance de la tecnología sigue siendo un factor de desocupación y esa amenaza se cierne sobre gran parte de la masa laboral que vive tensionada por la competencia y la prisa.

Para muchos, el hábito de vivir apurado los hace sentir vivos y le da sentido a sus vidas.

Pero la prisa produce stress que es un enemigo silencioso que destruye el equilibrio inmunológico del cuerpo y que nos expone a numerosas enfermedades, principalmente cardiovasculares.

La mente se disocia del cuerpo y le exige más de lo que puede dar, yendo más rápido y proyectando tareas a un ritmo difícil de llevar.

El cuerpo es el que pone los límites y acusa las señales del agotamiento y el cansancio.

Percibir esas señales nos ayudará a mantenernos saludables.