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Amor y goce

Publicado por Betina Ganim

Siguiendo con los artículos anteriores, quedaría presentar la cuarta de las parejas que constituyen esta «teorías las de las parejas» que J-A Miller plantea en su Curso.

En este recorrido que hace el autor sobre conceptualizaciones lacanianas, desprende que en una primera enseñanza,trata de explicar esa pareja imaginaria que constituye el yo y su semejante; luego se encarga de desplegar lo que atañe a la pareja simbólica –el Sujeto y el Otro– y sus relaciones con la anterior. Al final de sus Escritos, se ocupa de la «pareja del deseo», cuya escritura es la del fantasma: Sujeto barrado (dividido) losange objeto a.

Hoy les hablaré de la que falta presentar en esta teoría que nos aporta Miller: el partenaire-síntoma. Con esta pareja se trata de que converjan todas las indicaciones de Lacan en este sentido.

No alcanza con que sea la imagen la contrapartida, ni alcanza la palabra como reconocimiento, y tampoco alcanza con que esa contrapartida sea el objeto del fantasma del Otro. Será necesario, dice Miller, que tal contrapartida sea un «precio» que se extraiga del goce.

Para abordar este sintagama, hay que abordar la «pareja libidinal»(otro nombre de la «pareja de goce»)

En principio, la fórmula que da Miller para abordar esta cuarta pareja es otra vez la del fantasma: Sujeto barrado losange objeto pequeño a; pero la diferencia es que (a partir de un recorrido de Lacan que no desarrollaré ahora) Lacan modifica el estatuto de ese objeto a que estaba en juego en la tercer pareja; desplazándolo de la imagen significantizada, a lo real. Este objeto adquiere así un valor de goce, de plus-de-gozar.

Se trata en esta pareja ya no de buscar el significante en el Otro, o el objeto en el Otro, sino que se trata de ir en busca de algo del orden del goce a partir del Otro.

Como varias veces he señalado, la primera enseñanza de Lacan está marcada por lo simbólico, por el significante -reformando desde esta lectura los conceptos freudianos, demostrando cómo dándoles una lógica significante aclaraba muchas cosas.

Luego, un segundo movimiento que no está terminado tuvo que ver con apuntar a que ahí donde hay significante, hay goce. De esta manera, necesita separarse del concepto de significante de la linguistica y promueve la noción de «signo», como un concepto que incluye el goce.

A la vez, la noción de sujeto del significante, en tanto sujeto perdido en la cadena, es reemplazada por la noción de parletre (parlante-ser) que incluye el goce del cuerpo.

Siguiendo esta línea de operación, Miller considera que hay que reformular ese Otro de la pareja, la pareja del parletre. Es ahí donde surge este sintagma de «partenaire-síntoma».

A la vez, Lacan avanza, en el Seminario 20 a restituir también la noción del «ser». Cuando en la primera enseñanza el ser está en términos de falta, de falta en ser, en esta última enseñanza se reformula en términos de «parletre»; y al Otro también nos lo muestra «corporizado», con un cuerpo, como sexuado.

A la altura de ese Seminario (1972-1973) Lacan formulaba que al no tener acceso al Otro del Otro sexo (en tanto «no hay relación sexual»)sólo se puede acceder a él por dos vías: a través del goce (objetos pulsionales, que va en dirección al cuerpo propio en realidad) o a través del amor, pero deja de lado al cuerpo y se sostiene en la palabra.

Ambos son válidos para ambos sexos, pero dice Lacan que la primera via de acceso tiene que ver con el macho con cómo accede al Otro sexo, por el goce; y la segunda vía de acceso al Otro sexo la sitúa del lado de la mujer, por el amor…

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