Aspectos psicológicos en el camino del artista.
¿Por qué y para qué es importante trabajar aspectos psicológicos en el recorrido por una carrera artística?
Muchas veces este aspecto tan crucial no es tenido en cuenta. Las relaciones entre Arte y Psicología son múltiples y encontramos, por supuesto, que el acto creativo es un hecho psíquico.
No podemos pensar ningún área del acontecer humano sin pensar en el psiquismo. Es fundamental atender a los procesos psíquicos que se ponen en juego en el acto creativo, porque de este modo conoceremos su especificidad, y también los factores que impiden su despliegue.
Las carreras artísticas implican, por lo general, varias cuestiones simultáneas. Por un lado, requieren del coraje de desafiar muchos mandatos, mitos y prejuicios entorno al «ser artista«, de modo que ya se arranca el camino enfrentando este primer asunto. Al mismo tiempo, suelen ser carreras, al menos en Argentina, largas y exigentes, donde se ponen en juego cuestiones de autoestima y perseverancia de manera constante.
Por un lado, las carreras creativas implican poder desplegar la creatividad, pero por otro, exigen mucho. De modo que muchas veces la excesiva técnica y exigencia funciona bloqueando y obturando el despliegue creativo.
Por momentos esta tirantez representa una paradoja. Crear es un acto libre, donde algo de lo estanco se rompe, algo se transforma, y algo nuevo emerge. Obedecer a técnicas de modo inflexible no permite hacer esto.
Lo creativo necesita de espacios libres de exploración sin censuras, y muchas veces estos espacios, tan necesarios para quienes eligen el Arte como su vocación, no están disponibles en las cursadas.
Qué interesante pensar en la posibilidad de que los estudiantes de Arte reciban espacios de Arteterapia, espacios libres donde verdaderamente se les permita explorar. Es un recorrido esencial para construir identidad y poder reconocer cual es la verdadera impronta personal en el camino que se está transitando.
Socialmente también necesitamos deconstruir muchas nociones entorno al Arte y a quienes eligen ese camino.
Muchos de los mitos sugieren que al artista nunca va a lograr estabilidad económica. Lo ubican en posición de gran incertidumbre, incluso vinculándolos con la locura o la marginalidad. Muchas familias aún hoy intentan evitar que sus hijos o hijas elijan una carrera artística.
A veces, se los tilda de narcisistas o egoístas, sosteniendo que no aportan nada significativo a la sociedad. Nada más lejos!
El Arte es un aspecto esencial de nuestra condición humana, es un pilar central de la vida cultural.
Sus aportes respecto a la Salud Mental son infinitos: Habilitan a la expresión libre, el cuestionamiento de ciertas nociones estancas, las rupturas, los cambios, el salirse del modo «preestablecido».
El Arte ayuda a construir la propia identidad. Contemplarlo o practicarlo estimula este proceso, y a la vez, genera una identificación que nos permite compartir vivencias y emociones y ayudar a tramitarlas.
Hoy más que nunca es sumamente importante que haya quienes se dediquen al Arte, son el polo social que permite el cambio, en todo sentido.
Ofrecer un espacio en donde los estudiantes puedan reflexionar sobre sus aspectos psicológicos en relación al camino elegido va a afianzarlos mucho más en su proceso de descubrimiento y de creación.
Las carreras artísticas deben prestar un espacio para elaborar resistencias e inseguridades que se presenten en el camino, y fortalecerlos, aportando un terreno sólido donde desplegar el propio afluente creativo.
[Este artículo surge del intercambio con Janire Echebarria (en Instagram @janireartist) que saldrá a la luz el viernes en un vivo a las 15 hs Arg. por mi cuenta (@psi.creativa)].