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Beneficios psicológicos del Movimiento Corporal.

Publicado por Lic. Maria V.

¿Por qué es importante movernos? Y, ¿A qué tipo de movimiento estamos haciendo referencia? Inicialmente, entendemos el movimiento como algo contrario al sedentarismo. Pero no todo movimiento trae beneficios para el psiquismo.

Hay trabajos, por ejemplo, muy activos corporalmente pero que desconocen al cuerpo. Es decir, ignoran y arrasan con sus necesidades.

El baile, o las prácticas como el yoga y ciertos ejercicios físicos, y sobre todo, el movimiento libre, o todo lo que implique mayor espontaneidad, son actividades que nos permiten poner al cuerpo en un lugar de importancia, de participación, de liberación.

El cuerpo suele ser invisibilizado en la sociedad actual. Está excluido o marginado en función del pensar y del hacer productivo. Son cuerpos tenidos en consideración en tanto que sirven para algo, pero difícilmente se practica el registro del cuerpo en sí mismo.

Afortunadamente eso está cambiando y muchas prácticas y modos de vida ubican al cuerpo en el lugar que merece.

Necesitamos registrar e incluir al cuerpo, porque no dejamos de sufrir, de otro modo, sus llamados de alerta, las consecuencias de ese relego. Las posiciones estancas que se sostienen durante horas, las necesidades que tantas veces se pasan por alto. El cuerpo pide flexibilidad y movimiento y es reiteradamente ignorado, sobre todo en los trabajos que, cada vez más sedentarios, lo ubican frente a una computadora todos los días de su vida.

El movimiento corporal libre, la danza espontánea, o todo lo que no tenga reglas, nos permite escuchar al cuerpo, sin condicionarlo ni censurarlo. Esa participación del cuerpo como escenario vital que no puede ser controlado en su totalidad, que necesita de estos espacios de expresión. 

Muchos aspectos de nuestro inconsciente se manifiestan por medio del cuerpo, se abren paso si se lo permitimos. El cuerpo rígido, la homogeneidad de los cuerpos, sus gestos y posturas, reprimen o coartan estas expresiones libres. Terminamos siendo uniformados socialmente. Nuestros cuerpos se ubican en las mismas posiciones, hacen casi los mismos movimientos.

El cuerpo es expresión de diversidad, porque es una vía posible de manifestación del inconciente. Y el inconciente necesita expresarse. Lo hace por medio de sueños, deslices del lenguaje, chistes, arte y creatividad, y lo hace también por medio del cuerpo, si creamos las condiciones para que suceda.

El movimiento corporal no solamente trae consecuencias beneficiosas desde el punto de vista de la salud orgánica, sino también psíquica, en tanto que se transforma en el canal que es de expresión, de comunicación, de terreno identitario. El movimiento que interesa en este sentido es el que permite la diferencia, la manifestación de la singularidad. Y como medio de autoconocimiento es sumamente valioso, como en cualquier hacer de arte espontáneo, ya que eso que expresamos es un reflejo de nuestro mundo interno, dice algo de quienes somos y de quienes podemos ser. Es un acto creativo y potente.

Incorporar frecuentemente el movimiento corporal libre nos permite tener mayor registro de nuestro cuerpo, de sensaciones, mensajes y necesidades, y nos permite incluir eso, tomar acciones en consecuencia, responder a esa información.

Si el cuerpo está ignorado esas manifestaciones se pierden, no tienen lugar, y comienzan a expresarse de otros modos, por lo general a través de síntomas. Por eso es fundamental integrar al cuerpo a nuestro cotidiano y permitir su expresión, en un espacio de contención, de resguardo y de intimidad, lo más libre de censuras que sea posible.