¿Cómo interpretar los sueños?
Los sueños tienen un valor inigualable en tanto nos proveen acceso a lo Inconsciente.
Freud lo definió como la vía regia al Inconsciente y dedicó gran parte de su obra a su investigación.
Los sueños son extraños e incomprensibles desde la racionalidad consciente. En muchos de ellos intervienen elementos que no podemos ubicar causalmente, ni entendemos en primera instancia porque aparecen allí.
La conceptualización según esta teoría es que los sueños se construyen en base a restos diurnos (remanentes de sucesos aprehendidos durante la vida diurna) y elementos inconscientes. De esta mixtura surgen rostros o elementos reconocibles para la conciencia y otros que no lo son.
De una manera u otra prestar atención a nuestros sueños nos permite acceder a aquellos deseos que se hallan ocultos y que se mantienen por fuera de nuestro alcance.
Desde la teoría freudiana el análisis del sueño no puede llevarse a cabo correctamente por fuera del marco terapéutico. Simplemente porque no hay un significado concreto de los sueños en si, sino que indagar en su trasfondo implica un proceso de descubrimiento de cada sujeto en particular. Este, con la guía del analista irá desentramando cada uno de los elementos mediante asociación libre.
Freud propone basarse en el relato del sueño, tal y como el paciente lo construye. Y sugiere posteriormente una segmentación en sus distintas partes. Así, el profesional irá aislando elementos, palabras, situaciones y le pedirá al paciente que proceda a asociar libremente respecto a cada uno de ellos.
El sentido del sueño jamás es independiente del sujeto particular, porque cada elemento significa en esa historia subjetiva algo distinto a lo que significaría en otra.
La Asociación Libre es una técnica mediante la cual Freud le propone al paciente que diga lo primero que le venga a la mente, sin censurarse, diciendo incluso aquello que le parezca sin sentido o no relacionado en absoluto con el tema que se está tratando.
Así, mediante este método el psicoanálisis procede a desmembrar el sueño en partes, pidiendo al paciente que asocie libremente con cada una.
La idea, una vez más, mediante este método es poder hacer consciente lo inconsciente presente en el sueño, vinculándolo también con material trabajado previamente con el sujeto.
Para Jung, sin embargo, el sueño nos muestra imágenes. Muchas de las cuales se repiten en distintas personas a lo largo de la historia de la humanidad.
Jung sostiene la existencia de arquetipos, matrices, que forman parte del inconsciente colectivo.
Así, imágenes que aparecen en el sueño pueden referirse a complejos individuales o a símbolos que exceden a ese individuo en particular.
Según esta teoría los sueños manifiestan conocimientos profundos y complejos y nos pueden mostrar imágenes tanto del inconsciente individual como del colectivo, esto último más aisladamente, constituyendo los llamados sueños arquetípicos o grandes sueños.
Los sueños implican elementos que requieren ser integrados o reconocidos por el sujeto, y esta es su finalidad.
Tanto para el Psicoanálisis freudiano como para la Psicología Analítica (Junguiana) es desaconsejable recurrir al significado literal de una imagen, a modo del diccionario de sueños. Ya que todo elemento debe ser contextualizado en la historia psíquica de ese soñante en particular.
En principio, es muy interesante comenzar a atender a los sueños. El recurso de escribirlos es recomendable para poder estar en contacto con aquello que soñamos que también forma parte de quienes somos.