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¿Qué nos quieren decir los sueños?

Publicado por Lic. Maria V.

A lo largo de la historia el interés por el significado de los sueños ha movilizado al ser humano. Pasando, dependiendo de la cultura, desde una fascinación hacia ellos a, paulatinamente y con el predominio de la conciencia racional, un rechazo o subestimación.

Los sueños, en esencia, son un mecanismo del aparato psíquico, que se pone en funcionamiento de manera regular con el fin de tramitar cuestiones anímicas y de manifestar asuntos de índole inconsciente.

Para Freud los sueños son formaciones del inconciente que manifiestan específicamente deseos inconscientes. El sueño según la teoría freudiana es una elaboración, un disfraz detrás del cual se encuentra su sentido oculto, que hay que develar por medio de la asociación libre en el análisis.

Para Jung, por el contrario, el sueño no es un disfraz, sino que muestra lo que quiere mostrar. El sueño, según la teoría junguiana, es un proceso esperable y saludable del psiquismo, que se pone en marcha para lograr el equilibrio psíquico. El sueño es una herramienta que busca la homeostasis.

En general y, abarcando ambas perspectivas, el sueño nos trae información sobre el inconsciente del sujeto que sueña. Es una vía de manifestación psíquica de aquello que el yo preferiría mantener oculto. Ya sea de la perspectiva que sea que se aborde, es interesante, en líneas generales, recuperar el valor de los sueños como transmisores de mensajes importantes para el sujeto.

Los sueños expresan el estado psíquico de quien sueña. Los sueños traumáticos intentan precisamente tramitar un trauma, abrumador y avasallante para el psiquismo. Su repetición se debe a que comunica por medio de él que ese tema debe elaborarse. El sueño como comunicador de aspectos inconscientes, insiste hasta hacerse escuchar. Por eso es tan importante atender a ellos.

Los aspectos inconscientes que deben ser atendidos y que continúan siendo ignorados comienzan a pujar por distintos medios, se transforman en síntomas y pueden llegar a invadir la vida psíquica significativamente. La mejor herramienta para prevenir quedar tomados por estos aspectos es prestarles atención, atrevernos a trabajar sobre lo inconsciente para poder lograr un mayor equilibrio.

Los sueños vehiculizan información sumamente importante para el sujeto. Sin embargo, en la sociedad actual se ha disminuido significativamente el valor que se les otorga desde el punto de vista científico y terapéutico.

El interés por los sueños sigue estando presente, esa intriga, curiosidad y temor que muchas veces generan. Este interés creciente probablemente ocurra como compensación por los escasos abordajes desde las disciplinas, terapias, o intercambios cotidianos que deberían sostenerse.

Muchas veces esa intriga lleva a una necesidad de buscar interpretaciones de modo forzado o generalizado, que suelen complicar la situación psíquica del/la soñante en lugar de aliviarla.

Por eso mismo, es sumamente importante saber que los sueños nos transmiten aspectos de nuestra vida a los que hay que atender, y es inicialmente en un contexto terapéutico donde se pueden trabajar y elaborar esas cuestiones.

Incluir a los sueños cotidianamente afirma una toma de posición de compromiso hacia nuestro inconsciente y de responsabilidad respecto a nuestra vida psíquica.