¿Cómo superar una crisis?
Atravesar la angustia y la sensación de caos es muy importante para poder luego reorganizarnos y direccionar el camino.
En la sociedad actual, a veces buscamos evitar las crisis y todo lo que nos recuerde aspectos o emociones sombríos. Evitando la crisis o pretendiendo continuar como si nada hubiera pasado, resistimos esos cambios que se están manifestando. Nos aferramos a lo pasado, que nos genera protección y seguridad.
Las crisis nos permiten potencialmente conocer nuevos aspectos de nosotros mismos, y nos ayudan a descubrir nuevas posibilidades.
Una crisis puede ser una mudanza, una ruptura amorosa o de una relación de amistad, la renuncia a un trabajo, el cambio de etapa vital, el fallecimiento o alejamiento de un ser querido, tener un hijo o hija, o también puede tratarse de un suceso interno: llegar a un reconocimiento importante de aspectos inconscientes, hallar un punto nodal en la terapia. Sea lo que sea, las crisis nos confrontan con un movimiento casi completo de la realidad como la conocíamos. Todo cambia de perspectiva e inicialmente no sabemos dónde ubicarnos.
La superación de la crisis implica transitar estos espacios grises, trabajar nuestra posición, crear una nueva, que pueda ir reconociendo y a la vez construyendo esa nueva realidad.
La palabra Superación es a veces engañosa, porque pareciera implicar que se trata de saltar un obstáculo, como en una prueba deportiva. Sin embargo, la crisis se trabaja, se asimila, en un proceso de transformación del cual resulta toda una situación nueva, transformándonos también en el camino.
La crisis es a veces el lugar oscuro o difícil. El caos, la confusión… sin los cuales no se puede hallar el camino hacia la claridad. En muchos casos es recomendable transitar las crisis con una contención o acompañamiento profesional, que nos permita sostener ese momento de incertidumbre de mejor manera.