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¿Cómo superar una crisis?

Publicado por Lic. Maria V.
¿Qué es una crisis? Originalmente, la palabra deriva del verbo en griego antiguo “krinein”, cuyo significado es juzgar para tomar una decisión y cuyo sustantivo “krisis”, significa juicio, decisión. A su vez, el término también implica separación y discernimiento.
La palabra Crisis designa el momento en que se produce un cambio muy marcado en algo o en una situación. Y, según su etimología, se trata de un momento en el que se requiere decidir, evaluar, discernir y juzgar. Si lo analizamos desde esta perspectiva una crisis es una oportunidad de cambio y de tomar decisiones sobre como seguir.
La crisis nos enfrenta a un momento de quiebre, donde las estructuras previas dejan de funcionar. Hay que crear nuevas y algo en las dinámicas que se venían dando debe transformarse.
 «Estoy en crisis» suele ser una frase que genera cierto impacto, pero son precisamente esos momentos los que permiten cambiar y avanzar. Si pensamos en «Superar» una crisis, tenemos que saber que el único modo en que esto puede ser posible es atravesándola. Las crisis deben ser transitadas. Hay que cruzar el umbral para saber qué hay del otro lado. Y en estos pasos muchas veces hay angustia, sensación de soledad, caos, ansiedad y temor. Estos pasajes o cambios drásticos son como los nacimientos. El paso de una instancia a otra genera conmoción.

Atravesar la angustia y la sensación de caos es muy importante para poder luego reorganizarnos y direccionar el camino. 

En la sociedad actual, a veces buscamos evitar las crisis y todo lo que nos recuerde aspectos o emociones sombríos. Evitando la crisis o pretendiendo continuar como si nada hubiera pasado, resistimos esos cambios que se están manifestando. Nos aferramos a lo pasado, que nos genera protección y seguridad. 

Las crisis nos permiten potencialmente conocer nuevos aspectos de nosotros mismos, y nos ayudan a descubrir nuevas posibilidades.

Una crisis puede ser una mudanza, una ruptura amorosa o de una relación de amistad, la renuncia a un trabajo, el cambio de etapa vital, el fallecimiento o alejamiento de un ser querido, tener un hijo o hija,  o también puede tratarse de un suceso interno: llegar a un reconocimiento importante de aspectos inconscientes, hallar un punto nodal en la terapia. Sea lo que sea, las crisis nos confrontan con un movimiento casi completo de la realidad como la conocíamos. Todo cambia de perspectiva e inicialmente no sabemos dónde ubicarnos.

La superación de la crisis implica transitar estos espacios grises, trabajar nuestra posición, crear una nueva, que pueda ir reconociendo y a la vez construyendo esa nueva realidad. 

La palabra Superación es a veces engañosa, porque pareciera implicar que se trata de saltar un obstáculo, como en una prueba deportiva. Sin embargo, la crisis se trabaja, se asimila, en un proceso de transformación del cual resulta toda una situación nueva, transformándonos también en el camino.

La crisis es a veces el lugar oscuro o difícil. El caos, la confusión… sin los cuales no se puede hallar el camino hacia la claridad. En muchos casos es recomendable transitar las crisis con una contención o acompañamiento profesional, que nos permita sostener ese momento de incertidumbre de mejor manera.