¿Cuáles son los beneficios de la Meditación?
La meditación es una técnica que tiene múltiples beneficios y que es cada vez más requerida en la sociedad occidental actual. Esto nos habla de una necesidad correspondiente al aumento en la demanda del sistema, la velocidad, el vacío simbólico y espiritual que forman parte del capitalismo contemporáneo.
La meditación como práctica permite establecer una pausa con las actividades y la aceleración del pensamiento. Es una oportunidad para conectar con sensaciones corporales, ideas, emociones, y pensamientos acerca del estado actual de nuestra vida psíquica.
Si se aprovecha, este estado puede ayudar a disminuir la ansiedad, beneficia la capacidad de descanso y también ayuda en el reconocimiento de los estados internos, que de otra forma, en el devenir cotidiano pasan a un segundo plano, muchas veces sin poder ser registrados.
Muchas prácticas meditativas se quedan en la superficie, con marcos New Age que prometen un cambio de vida inmediato, y terminan generando frustración y alejamiento.
Lamentablemente, este tipo de acercamiento es el más frecuente, porque es la oferta más fuerte que se encuentra a disposición.
La meditación es una práctica que requiere de paciencia y constancia. En estados iniciales puede ser muy dificultoso concentrarse, permanecer en este estado, visualizar o incluso relajarse.
Pero conforme se avanza en el tiempo estas capacidades se van ampliando, pudiendo permanecer cada vez más prolongadamente e incluso pudiendo entrar en ese estado en casi cualquier contexto.
Los beneficios de practicar meditación cotidianamente son muchos:
- Disminuye los niveles de estrés y ansiedad,
- Reduce la presión sanguínea,
- Mejora la memoria,
- Relaja la tensión muscular,
- Disminuye las sensaciones de miedo,
- Aumenta el estado de Conciencia y conexión con el estado interno y el propio cuerpo,
- Ayuda a tratar los problemas de insomnio,
- Colabora al despliegue creativo, ya que favorece el surgimiento de ideas nuevas,
- Ayuda en la capacidad de enfoque y concentración,
- Aumenta la tolerancia al dolor,
- Favorece el desarrollo de empatia,
Hay incluso estudios que asocian su práctica cotidiana con un mejoramiento del sistema inmunológico y de la salud en general, entre muchos otros.
La meditación no es mágica. Hay conflictos que no se van a solucionar por ponerse a meditar. Hay cuestiones para trabajar en una terapia psicológica, temas que hay que consultar con los médicos, y otros que dependen directamente de nuestra resolución, de nuestra acción.
Es importante tener este criterio claro, porque esa confusión es la que produce que muchos profesionales de la salud la ignoren o subestimen como práctica de apoyo y que pueda sumar al trabajo de sus terapias.
La meditación como hábito genera innumerables beneficios y no debería ser rechazada. Aporta a todos los otros trabajos terapéuticos que se realicen y siempre sumará y ayudará en la vida de la persona que la lleve a cabo.
La meditación como práctica debería incorporarse en las currículas escolares e ingresar en los medios laborales para crear un hábito.
Los niños y niñas que aprenden yoga y meditación desde pequeños lo incorporan de modo tan natural que luego no les genera conflicto poder desplegarlo. Se suma como una capacidad más, así como dibujar, leer y escribir. Es una herramienta que podrán llevar a lo largo de su vida, con todos los efectos positivos que trae aparejados.
Los adultos, para incorporarlo y, dado que no forma parte en nuestra sociedad occidental de un hábito frecuente (salvo aquellos que habitúan rezar, que constituye en algunos casos, un estado mental y espiritual análogo), debemos desarrollarlo de manera gradual y con paciencia, sabiendo que, como todo nuevo hábito, no se instala de un día para el otro, sino que debemos transitar por un proceso, superando resistencias previas hasta ir logrando mayor comodidad y naturalidad.
Los beneficios son suficientes para intentarlo y la sociedad lo está demandado masivamente así que… ¿Por qué no darle un lugar?