El Trabajo en Casa
El que trabaja en el hogar, cumple los objetivos igual.
Según el estudio realizado por la consultora IDC, se prevé que para 2009 el 25% de la población mundial trabajará desde su casa.
Las encuestas realizadas por la Consultora Carrier y Asociados, en Argentina revelan que ya hay 980.000 oficinas hogareñas, 80.000 más que en 2006; y un nuevo proyecto de ley presentado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, ingresó en el mes de julio de este año en el Senado, apoyando esa modalidad.
Gracias a los adelantos tecnológicos, trabajar desde la casa dejó de ser un imposible. El avance de las computadoras y de los sistemas de comunicación puede hacer innecesaria la presencia del personal en el lugar habitual de trabajo, permitiéndole llevarlo a cabo desde el hogar, con la mayor eficacia.
Trabajar en la propia casa tiene muchas ventajas, entre ellas, la flexibilidad horaria, la reducción del tiempo asignado a la actividad laboral dado que se evita ir y volver a la oficina en horarios de mucho tránsito, la reducción del stress del viaje, la disminución de la contaminación ambiental, el ahorro de combustible, la posibilidad de contratar la participación de especialistas de cualquier lado a menor costo, la disminución de los gastos para las empresas, la reducción del espacio físico en las oficinas, etc.
La modalidad que se usa en estos casos se denomina teletrabajo y comprende toda tarea de oficina o empresa que no requiera la presencia física de su empleado y la utilización de medios de comunicación para trabajar.
Esta nueva forma de encarar el funcionamiento de una empresa u oficina requiere una modificación de los sistemas operativos y un cambio de percepción de los miembros de la organización que deje de lado los prejuicios y se adapte al aprovechamiento racional de la nueva tecnología.
Una de las ventajas más significativas de esta revolución cultural es la desaparición de la discriminación, ya sea por edad, sexo, enfermedades, discapacidades, color o raza, que a la hora de seleccionar personal representan las usuales barreras que hay que sortear; siendo la aptitud personal la única condición para realizar esa tarea con eficacia.
El objetivo es igualar las posiciones de los teletrabajadores y los que desempeñan sus tareas en las empresas, de manera que ambos gocen de los mismos derechos, como empleados en relación de dependencia.
Debido a las características propias del trabajo a distancia, la tarea estará orientada hacia el cumplimiento de objetivos, que permitirá una evaluación y control permanente.
IBM puso en marcha este sistema a nivel mundial en 1980. En Argentina empezaron a utilizarla en 1995, en principio con los vendedores, para que estuvieran cerca del cliente y más conectados y todos los empleados cuentan con computadoras portátiles para que se conecten desde cualquier lugar.
Esta empresa registra que la mentalidad latina tiene muy arraigado el contacto físico para el ámbito laboral, por lo cual, el proceso de adaptación requiere más tiempo.
Es recomendable que el trabajador que desee desempeñar sus tareas en casa disponga de un lugar adecuado para llevarla a cabo sin interrupciones innecesarias. Las empresas deberían estar al tanto de las condiciones en que los teletrabajadores realizan sus tareas para evitar tensiones familiares difíciles de resolver.
Compartir todo el día con el resto de la familia mientras se cumplen obligaciones, no es tarea fácil, teniendo en cuenta que muchos hogares no cuentan con lugares disponibles para trabajar.
Estas razones hacen necesario que además de atender los aspectos tecnológicos, las organizaciones presten atención a los factores humanos que pueden entorpecer en los hogares este cambio cultural.
El trabajo a distancia es una oportunidad para toda persona que desea trabajar pero que hasta ahora ha permanecido fuera del sistema laboral, por las limitaciones que imponen los prejuicios.
Fuente: Diario «La Nación», Sección Empleos, 16/9/2007