Estrategias para sobrellevar la soledad y el aislamiento.
Estamos atravesando tiempos difíciles. El confinamiento y, en muchos casos, la soledad y el aislamiento trae aparejadas consecuencias no gratas para las personas.
En este artículo el objetivo es el de sugerir estrategias que ayuden a sobrellevar estas sensaciones para poder colaborar con un período de cuarentena lo más saludable posible desde el plano de la Salud Mental.
Como mencionamos ya en varias oportunidades, en tiempos como este la salud mental es primordial. Es la base para mantener una salud fuerte y para afrontar los conflictos y obstáculos que se presentan.
Por esto mismo y, en primer lugar, hay que poder diferenciar: la cuarentena no necesariamente implica aislamiento. Para quienes tengan la fortuna de acceder a internet, se les presenta la oportunidad de estar conectados con amigos y familia incluso a la distancia. Cuando no es así, incluso la televisión o la radio habilitan un espacio compartido, de identificación, de contacto con otros que están pasando por lo mismo.
Este es un asunto que nos atraviesa a todos, y eso en cierto sentido es una ventaja, ya que refuerza la identificación y la sensación de unidad. Y una de las estrategias tiene que ver justamente con esto, con poder participar de un todo que nos excede individualmente. Para eso, con unirse a algún grupo virtual, incluso jugar un juego en red, o tan solo hablar por teléfono con seres queridos o escuchar radio, son acciones que nos permiten conectarnos, participar de una comunidad.
La atención simplemente debe estar a que los programas de televisión o radio que sintonicemos no estén constantemente dando noticias o alarmando sobre el virus, sino más bien centrarnos en aquellos que ofrecen propuestas de entretenimiento, distracción y que brindan una compañía. Las redes sociales, si no se usan en exceso, también pueden ser una manera de establecer contacto con otros y comunicar.
Otra de las estrategias que sirven para hacer frente a la soledad y el aislamiento es la actividad creativa o artística. Lo creativo ayuda a manifestar y tramitar angustias, ansiedad y conflictos internos. Y, por más que uno se encuentre solo o no tenga con quien compartirlo, ya es en sí mismo un acto expresivo que ayuda a metabolizar esos conflictos psíquicos.
La actividad física también es un recurso que colabora con la sensación de aislamiento, no solamente por el efecto fisiológico que produce, sino además por las consecuencias a nivel psíquico. La actividad física está vinculada a un mejor estado de ánimo, ayuda tambien frente a la ansiedad colaborando con estados de mayor tranquilidad.
El yoga y la meditación son actividades ideales para desarrollar en estas circunstancias, ya que además permiten conectar con lo espiritual y trascendental.
La música es tambien una gran herramienta. Puede ayudarnos a cambiar el estado de ánimo, generando identificación, y motivación.
La música es una gran compañía que nos puede transportar a otros tiempo y a otros lugares según lo que elijamos. Descubrir música nueva o recordar música que escuchábamos anteriormente son actividades sumamente enriquecedoras en tiempos de reclusión.
Finalmente, leer, principalmente ficción, es una herramienta interesante que permite también identificarnos con los personajes y transitar por narrativas y discursos distintos. Es también una forma de transportarnos a otros espacios y poder relativizar nuestra realidad.
Todos estos son recursos que ayudan a lidiar con estados de soledad y aislamiento. En algunos casos ayudará más uno que otro, dependiendo de los intereses y las características de la persona. Se sugiere que en casos de angustia y ansiedad persistente se consulte, en la medida de lo posible, con un profesional de la Salud Mental.