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¿Qué es la Imaginación Activa?

Publicado por Lic. Maria V.

La Imaginación Activa es una técnica desarrollada por Carl Jung que permite establecer, a través de ella, una interacción con las imágenes internas. Es un método que Jung desarrolló a partir de su experiencia con imágenes intuitivas y cuyos resultados volcó en su famoso Libro Rojo.

La Imaginación Activa permite lo que él denominó la confrontación con el Inconsciente; implica el encuentro con imágenes del Inconsciente a partir de un estado de vigilia.

El trabajo con Imaginación Activa es un recorrido profundo que permite dar lugar al inconsciente.

A partir de un estado de relajación, habilitamos a que emerjan imágenes espontáneamente, pudiendo utilizarse como disparadora alguna imagen de un sueño, de una fantasía, de un recuerdo o de una emoción intensa.

Es importante, en este recorrido, otorgarle a cada imagen que se presenta el valor que le corresponde sin pretender rápidamente discurrir hacia otra. Respetar los tiempos que este estado requiere, no juzgar ni cuestionar lo que allí se presenta y dejarse atravesar por las imágenes, recibiéndolas y respetándolas, como si se trata de presencias objetivas.

Posteriormente, este trabajo con imágenes propias puede volcarse en un trabajo artístico, expresarse mediante el movimiento corporal, escribirse o pintarse. El trabajo posterior con las imágenes es sumamente amplio y permite establecer un diálogo con ellas, hacer preguntas a los personajes y construir narraciones sobre lo que allí ocurrió, por ejemplo.

Es una técnica muy rica que permite adentrarse en las profundidades de la psique, en un estado en el cual intervienen aspectos conscientes e inconscientes, pero que permiten el acceso de aquellas imágenes espontáneas.

Es importante que este trabajo se lleve a cabo en un entorno seguro, preferentemente el de una terapia afín, ya que no en cualquier momento de la vida y no todos los individuos estamos preparados para este tipo de profundización y confrontación.

La técnica de Imaginación Activa sugiere la interacción dinámica entre el Yo y ciertas imágenes psíquicas que permitimos que afloren, desde un estado de conciencia pero habilitando a elementos del inconsciente que puedan salir a la luz; la posición de quien se dispone a utilizar esta técnica debe ser de apertura, de contemplación y de receptividad.

Para Jung este método permite llevar a la conciencia contenidos inconscientes. Transitar por la Imaginación Activa nos proporciona elementos sobre nosotros mismos y sobre el mundo, que por lo general, permanecen ocultos.

Podemos considerarla una forma de darle lugar a ciertas partes de nuestra personalidad que no son frecuentemente escuchadas, pudiendo hacerlas entrar en escena y permitiendo que nuestros aspectos conscientes las observen y establezcan con ellas una interacción.

La idea no es la de necesariamente interpretar el resultado del trabajo con las imágenes sino más bien tener presente que es en sí mismo ese contacto el que habilita a una transformación.

Permitirnos estar en esa posición de observadores, receptivos de las imágenes que se nos presentan, ya implica otorgarles valor y darles un lugar que probablemente en otro contexto no podríamos habérselos otorgado.

El mismo acto de por sí que aquí mencionamos implica que lo rechazado ya no lo es tanto.

Hay ya inicialmente una intención de que esas partes ocultas se hagan presentes. Implica una toma de posición muy importante en cuanto a la intención de vincularse con aquello que se halla en la oscuridad.