¿Qué es la Psicología Holística?
“Holístico” es un término que hace referencia al abordaje integrativo, de la totalidad. Es un enfoque proveniente de la cultura oriental ya que considera al Ser Humano como un todo indisociable, donde esa totalidad es más que la suma de sus partes.
El enfoque occidental en salud ha sido y aún lo es, reduccionista en tanto la evolución de la ciencia y los enfoques en salud estuvieron orientados cada vez a una mayor especialización, sobre un tema y sector específico.
Esto llevó sin duda a mayores avances en esas áreas pero al mismo tiempo se produjo un efecto iatrogénico.
El ser humano quedó segmentado y dividido, teniendo que consultar por su salud a todos estos profesionales por separado, con poca o ninguna comunicación entre ellos, sin lograr muchas veces una visión integradora o unificada del panorama total.
Los enfoques holísticos pretenden restaurar algo de esta segmentación, considerando a la Salud como un proceso dinámico y multifactorial, donde los elementos que intervienen no pueden ser disociados.
Asi, el tratamiento en “Salud Mental” en realidad se enfoca en la Salud, como término genérico, observando y considerando cuestiones psicológicas, físicas, espirituales, creativas, de la persona que tenemos enfrente.
Así, el Psicólogo funciona acompañando procesos que buscan una mayor conciencia e integración, sugiriendo o aceptando otros abordajes o terapias complementarias que colaboren con el desarrollo de tal proceso.
Frecuentemente la psicología tradicional coopera con el reduccionismo, dejando de lado o subvalorando ciertas prácticas que podrían ser de gran ayuda para el paciente.
El orgullo cientificista de creer que nuestro método es el “único que sirve” siendo detractores inmediatos de otras corrientes y terapias alternativas no hace más que reforzar esta tendencia separatista de los abordajes occidentales en salud.
El ser humano es tan complejo, que nunca un único enfoque puede ser suficiente. Lo multifactorial debe abordarse multidisciplinariamente: Trabajar con otros, transitar procesos que se apoyan y alimentan mutuamente.
Este tipo de enfoque se basa en las necesidades de cada paciente en particular. No es arbitrario ni exigente, sino que da un lugar de aceptación e inclusión a la búsqueda que el paciente esté manifestando o poniendo en juego.
La psicología desde un abordaje holístico pretende no centrarse en el síntoma específicamente. Sino apelar a cambios y transformaciones globales, incluso integrando o considerando áreas aparentemente no problemáticas para el sujeto.
Tal como no es correcto creer que la psicología o la medicina tradicional es el único abordaje posible, también hay que ver con visión crítica y evaluar para qué tipo de situaciones y personas es adecuada cada tipo de intervención.
Por esto, para muchos síntomas y situaciones en particular (más que nada los que representan mayor gravedad) sí se considera más apropiado un enfoque tradicional, específico y puntual, al menos inicialmente.
La psicología como ciencia compleja que es tiene una aplicación sutil y artesanal. Donde las intervenciones y modos de abordaje deben analizarse en base a la situación particular del sujeto que consulta.
Sin reduccionismos pero fundamentalmente sin ortodoxias o “casamientos teóricos” que impiden tener una visión amplia sobre lo que ese sujeto verdaderamente demanda.
El profesional debe formar o construir su visión del mundo, obviamente. Y en esta construcción se ubica en una línea teórica, pero es esperable que pueda conservar una visión analítica que le permita aceptar, evaluar y reconocer la incidencia de otros abordajes, distintos, que puedan aportar y enriquecer el proceso terapéutico.