Cómo evitar las pesadillas
Las pesadillas son esos sueños desagradables en donde sentimos un gran alivio cuando nos despertamos y nos damos cuenta de que todo lo que estaba sucediendo era solo un mal sueño.
Se trata de un mal del suelo, por así llamarlo, que es muy recurrente en un alto porcentaje de personas. Podemos decir sin temor a equivocarnos que todos hemos tenido una pesadilla algunas vez e incluso hay muchas personas que las tienen de forma bastante recurrente.
Vamos a intentar buscar las claves para saber como evitar tener estas desagradables pesadillas en las noches y poder tener el mejor de los descansos y como no, el mejor de los sueños.
Lo más horrible que nos podamos imaginar es lo que nos sucede en las pesadillas y además es algo que vivimos tan intensamente que en ningún momento nos cuestionamos que estamos en el momento del sueño y que hace unas horas nos fuimos a dormir por lo que aquello que nos está sucediendo es solo un mal sueño, una pesadilla.
No solo se genera miedo en sí mismo con las pesadillas sino angustia y verdadero terror. Por eso es normal despertarse sudando, con palpitaciones, gritando en medio de la noche cuando esta pesadilla alcanza sus cotas más elevadas e insoportables para el que la está viviendo.
El sudar mientras se está en medio de una pesadilla o tener una respiración entrecortada y un ritmo cardíaco alto son algunas de las respuestas fisiológicas que se han podido medir en algunos estudios mientras las personas sufrían una pesadilla.
Las pesadillas en todo caso son algo muy puntual que sucede muy esporádicamente. Incluso puede haber lectores que casi no recuerden haberlas tenido.
Pero también hay personas que pasan por épocas en las que estas pesadillas se convierten en algo tedioso pues se repiten constantemente hasta el punto de que la personas que los sufre no quiere irse a dormir.
Se ha realizado un estudio en Finlandia con una muestra poblacional de más de 13.000 personas en el que se ha podido verificar cuales son las causas de la aparición de estas pesadillas entre otros resultados.
En este muestra significativa de población casi un 4 por ciento de ellos sufrían pesadillas de forma frecuente. El estudio indagaba sobre las actividades de estas personas y también el contenido de esas pesadillas.
En primer lugar destaca que casi la mitad de estas personas tenían pesadillas de forma recurrente y que la población femenina que los sufría era considerablemente mayor en cantidad.
Hay una clarísima relación entre las pesadillas y el bienestar psicológico y emocional. Esto quiere decir que cuanto más serenos y tranquilos nos encontremos durante el día y antes del sueño más difícil será tener una pesadilla.
La depresión, al ansiedad, el estrés, las tensiones, la baja autoestima etc son factores que provocan este tipo de sueños desagradables. Cuanto más preocupado y más estrés tengas, más posibilidades tienes de caer en una terrible pesadilla por la noche.
El insomnio es otro de los factores que aumentan la posibilidad de tener pesadillas.
Si el cansancio con el que nos vamos a descansar a la cama no es físico sino mental o intelectual hay más probabilidades de tener pesadillas.