Aprender un Oficio
El que tiene buen juicio, aprende un oficio
.
La diferencia entre un oficio y una profesión es que un oficio es una función que requiere principalmente de habilidades manuales específicas y de un entrenamiento práctico y artesanal sobre una actividad relacionada con la manufactura; mientras que una profesión se refiere a las disciplinas que con especialidad ejercitan las facultades intelectuales.
El hecho de cursar una carrera universitaria no impide aprender al mismo tiempo un oficio, como alternativa, destreza que puede ayudar a un estudiante a conseguir los medios para completar sus estudios, si los necesitara.
La desocupación que actualmente aflige al mundo, ha obligado a agudizar el ingenio a mucha gente que se ha quedado sin trabajo.
Muchas veces el ejercicio de un oficio permite una salida laboral digna que puede llegar a proporcionar mayores ingresos que una profesión universitaria.
Hoy en día existen muchas posibilidades gratuitas oficiales para adquirir la competencia necesaria para insertarse laboralmente de acuerdo a las habilidades de cada uno, y una vez terminados los estudios, también es posible recibir ayuda para el desarrollo de nuevos emprendimientos.
Solamente en situaciones de crisis emergen las habilidades de las personas, y en el caso de las que forman parte de contextos de riesgo es importante que estén debidamente informados sobre las posibilidades que las instituciones oficiales brindan localmente.
Acercarse a la Municipalidad de cada comuna puede resultar útil. Muchas veces la información que se necesita no llega naturalmente a toda la población y se pierden oportunidades por falta de iniciativa.
Los cursos suelen ser de cocina, de mozo de salón y de barman, carpintería, panadería, confitería, ventas, electricidad o plomería, además de otras actividades menos corrientes en lugares específicos, como joyería, restauración de muebles, pintura artística, encuadernación, etc.
La afluencia de turismo en Argentina y toda América del Sur, ha incrementado notablemente la capacidad hotelera de primer nivel, la cual exige para su plantel un equipo de gente en todas las áreas que domine en forma profesional su oficio.
Emerge en esta área una demanda laboral sostenida de personal, tanto para el ámbito gastronómico como para el administrativo, de maestranza y de servicios.
A muchos jóvenes no les gusta estudiar, sin embargo inician una carrera universitaria pensando que es su única opción para poder tener una vida digna y cómoda.
Es así como fracasan al poco tiempo y tienen que cambiar el rumbo después de una frustración, sin ánimo y con pocas esperanzas, al no poder renunciar a su primer ideal que no era para ellos.
El autoconocimiento consiste en el reconocimiento de las propias capacidades, de las habilidades específicas, y de la personalidad, para poder así proyectarse en el futuro eligiendo el estilo de vida que se desee.
Porque no es tan importante lo que uno hace sino cómo lo hace, y hacer las cosas bien es el primer y gran paso para asegurarse un buen futuro.
Un título universitario no asegura un ingreso económico importante por si solo, porque una persona tiene además que ser un buen profesional para tener éxito en su trabajo.
Las carreras universitarias tradicionales tienen muchos aspirantes y para ellos en estos momentos no existen buenos empleos en forma inmediata. Muchas veces los profesionales recién recibidos deben aceptar trabajos mal remunerados, para ganar lo mismo que otro empleado sin ningún título.
Las carreras terciarias no universitarias que dictan cursos de corta duración con una mayor base teórica, también representan una alternativa válida para acceder al mundo laboral con la suficiente preparación e idoneidad.