Cómo Saber si tengo que cambiar de carrera
Para seguir una carrera y terminarla con éxito, no es suficiente ni el voluntarismo ni las buenas intenciones; tampoco los puede ayudar demasiado contar con una actitud positiva, ni ser constante o conformista, porque cuando no pueden estar satisfechos ni felices con lo que han elegido, le resultará muy difícil disponerse a estudiar y si recién se encuentran cursando el primer año, tienen que saber que aún es posible cambiar sin demasiado costo y tener la oportunidad de abrirse a nuevas opciones.
Muchos esperan y postergan una decisión que se hace cada vez más difícil a medida que pasa el tiempo, sin saber que el primer año de un ciclo terciario es decisivo y representa la prueba que se necesita para reforzar la elección o para debilitarla.
Existen algunas claves que pueden indicar el camino a seguir cuando la duda no les permite dedicarse plenamente a lo que están haciendo.
Por ejemplo, cuando sienten que la carrera elegida no está a la altura de sus expectativas, los defrauda y les cierra horizontes que pretenden alcanzar.
Cuando por el contrario, la elección está por encima de sus capacidades para el desarrollo de esa disciplina y les resulta imposible cumplir con las exigencias académicas que están fuera de sus posibilidades.
Cuando de pronto descubren que desean hacer algo diferente pero que en el momento de decidir no se atrevieron hacer.
Cuando no pueden prestar atención porque las materias básicas los aburren o no les interesan.
Cuando no pueden ser espontáneos ni creativos, no se les ocurre nada concreto para aplicar los conocimientos.
Cuando se sienten incómodos y sin motivación alguna.
Cuando fracasan sus relaciones con los compañeros porque no tienen nada en común y sienten que no pertenecen a ese grupo.
Cuando se sienten de mal humor todo el tiempo y furiosos de solo pensar en tener que ir a clase.
Cuando sienten que no están aprovechando el tiempo y que están perdiendo dinero en algo que creen difícil poder aplicar en el futuro en el ámbito laboral.
Cuando se sienten ansiosos, abrumados, preocupados o deprimidos con este tema.
Cuando todas estas cuestiones se cumplen en ustedes en algún grado, es hora entonces de comenzar una nueva búsqueda, centrándose no en una carrera posible sino en un área específica vocacional, para posteriormente elegir adecuadamente la carrera más indicada, el ámbito donde creen que podrán recuperar la confianza en ustedes mismos y las ganas de estudiar.
Elegir un área de estudio exige hacer lo posible para conocerla bien, estar al tanto de todas las opciones que ofrece, saber con precisión las posibilidades laborales que existen, las tareas que les habilita hacer, el estilo de vida que les permitirá obtener y el ámbito social y laboral que tendrán que frecuentar.
La segunda decisión para ustedes, será aún más importante que la que hicieron por primera vez, en que se podían permitir equivocarse.
Esta vez, implicará comprometerse seriamente con su decisión y aprovechar todas las habilidades y aptitudes que tengan para cumplir con ustedes mismos, sin eludir el desafío que representa y sin esperar imposibles ni idealizar. Porque no existen carreras ideales y no pueden pretender que la carrera se adapte a ustedes sino que será necesario que ustedes se adapten a ella.
A veces el fracaso en los estudios se debe a no saber compartir los problemas y las dificultades con los compañeros, a no saber pedir ayuda, o a no querer estudiar en grupo cuando se trata de temas difíciles que exigen distintos puntos de vista y diferentes abordajes.
No sólo se aprende de los profesores, sino también de los compañeros, si no se adopta una conducta individualista o competitiva y si se es capaz de trabajar en equipo.
Las personas que estudian la misma disciplina se complementan porque tienen distinta personalidad y pueden ver cada uno de ellos aspectos diferentes y tener otros puntos de vista.
Todos los que los rodean les pueden enseñar algo, si no prejuzgan y si saben estimar sus cualidades, tanto para que sean sus amigos como para ayudarse mutuamente.