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Edipo: Determinación y elección

Publicado por Betina Ganim

goce falico

En el post anterior vimos el paso del primer al segundo tiempo del Edipo, dejando bastante claras las cuestiones fundamentales en cada uno.

Si repasamos, tenemos ese primer triángulo que Lacan elabora, esa tríada Madre, Niño, Padre (Padre que en un primer tiempo es solamente una referencia a nivel de la madre, importando solo en tanto símbolo, como nombre, como significante) Lo que tiene que aparecer en un segundo tiempo es ese Nombre del Padre pero ahora sí encarnado en alguien que entra en la escena del niño.

Lacan trata de elucubrar cómo es que cuando eso entra, se produce ese cambio de lógica que va del ser o no ser, al tener o no tener.

En este segundo tiempo (los remito al post anterior) había hecho hincapié en esto de que hay una elección. Y que Lacan se cuida y advierte que no quiere decir que se trate una elección consciente, como si al niño conscientemente le ofrecen la opción de si lo tiene o no, y el niño le dice que esperará un poco para responderle, entonces se va y al otro día le dice: «vale, he decidido no tenerlo…» No es así.

Por un lado está lo que sabemos, y es que estas condiciones están muy determinadas ya en el discurso previo, en el discurso de los padres.

Pero en psicoanálisis no se puede hacer una determinación absoluta.

Es como decir que la estructura ya está, pero en lo que consiste es en ponerte en una encrucijada. Y con eso, uno -no siendo consciente- decide. Era el mismo tema en Freud con la cuestión de la neurosis, de la elección de la neurosis… Ahí existe un margen que hay que preservar como no completamente determinado.

Un margen que hay que preservar, porque se trata del mismo margen que cuando una pareja tiene tres hijos, por poner un ejemplo, y en determinado momento hay algo que no se entiende: ¿cómo puede ser que tuvieron tres varones, fueron atentos para con todos, las reglas y las normas de la casa era iguales para todos, la cultura fue siempre la misma… siempre lo mismo para con los tres, pero el primero es un obsesivo, el segundo es un perverso y el tercero es un psicótico?

Así que ese problema que ahí aparece como «elección» y estructura, es el mismo que ocurre con los términos «sujeto» y «estructura». Esto es porque en psicoanálisis no partimos de una estructura completa. Es lo que llamamos A barrado) (Otro barrado)Es una estructura con una falla que uno la puede seguir hasta entender la encrucijada Y la encrucijada la determinan todos los antecedentes simbólicos.

Para terminar, un ejemplo que puede ilustrar bienes esto: en la estructura del juego de cartas, me asalta la pregunta ¿Qué tiro? ¿El as de espada o el as de basto? Esa elección está absolutamente determinada por el juego. Es el juego el que te coloca ahí. Sin embargo hay el margen en que el sujeto decide o no decide.

FUENTE: LACAN, JACQUES. EL SEMINARIO DE JACQUES LACAN, LIBRO , LAS FORMACIONES DEL INCONSCIENTE. ED. PAIDÓS.