La interpretación analítica
Hoy me gustaría hacer un comentario sobre el segundo apartado que compone un escrito lacaniano: la dirección de la cura y los principios de su poder»; un escrito que considero uno de los textos fundamentales de la enseñanza de Jacques Lacan, que nos transmite no solo el clima político que se vivía por entonces (1958) en lo que hace al psicoanálisis después de Freud, sino que nos transmitre una ética propia, que tiene como centro la dirección de un tratamiento.
Pero esta vez no va a hablar de los analizantes, sino de los analistas.
Podemos decir que Lacan era un postfreudiano más, pero que su excepción estaba dada por cuestionar lo que era el psicoanálisis en aquel momento, en el «pantano» postfreudiano en que se podía caer…
Sabemos que este texto es una crítica a la manera en que el psicoanálisis operaba en aquel momento, y Lacan puso a los analistas en el banquillo-incluso él mismo se puso en ese lugar- para preguntarse sobre la ética en juego en un tratamiento psicoanalítico. El primer apartado lo llamó «¿Quién analiza hoy?», y al que me dedicaré esta vez es»¿Cuál es el lugar de la interpretación?»
Lacan empieza -en este tren de haber puesto al analista en el banquillo- a cuestionar el lugar mismo de la interpretación, recordemos, la táctica en una cura. Aquello en lo que se es más libre.
Lo que nos dice Lacan es que en la actualidad psicoanalítica, el lugar que se le da a la interpretación es “mínimo”, en el sentido no de cantidad, porque más hay un exceso de sentidos en las interpretaciones; sino mínimo en cuanto a cómo se aborda, entonces nos dice lo que no es (como muchas de las “definiciones” en Lacan, decir lo que no es)
LA INTERPRETACIÓN NO ES:
– Una explicación
– Ni gratificaciones
– Ni respuestas a la demanda
– Ni siquiera es una confrontación, aunque pareciera un “decir esclarecedor” (en ese estilo de interpretaciones que convocan al analizante a hacer un insight (término introducido por la psicología de la Gestalt.
Y concluye el primer punto aludiendo a un autor cuyos esfuerzos eran conmovedores para hacer de la interpretación algo que cierre y resuelva una forma incompleta… Podemos decir que la interpretación tampoco es COMPLEMENTO de una falta. Se refiere a Georges Devereux, un etnólogo y psicoanalista húngaro contemporáneo, cuya teoría apuntaba a la interpretación como «complemento».
Entonces, podemos seguir, ¿qué es? O ¿Cómo abordar la interpretación, desde dónde? Bien, nos da la pista: desde LA FUNCIÓN SIGNIFICANTE DE LA INTERPRETACIÓN. Se trata de esa interpretación, que sirviéndose del significante, hace surgir una significación nueva para el sujeto, lo que da cuenta de esa “trasmutación” que puede llevar al acto.
La cuestión es que en este momento de la enseñanza, el síntoma es entendido como un mensaje a descifrar, un mensaje que se dirige al Otro, de quien recibirá su mensaje, de forma invertida. El tema es cómo o más bien desde qué lugar se recibe ese mensaje…El lugar del Otro será ene ste caso fundamental para dejar una falta, un vacío, en vez de «tapar» con sentidos. Ahí ya hay una diferencia radical entre lo que Lacan llama «interpretación» y los demás analistas de su época.
FUENTE: LACAN, J. «La dirección de la cura y los principios de su poder»
___________________________