La otra escena y la función del inconsciente
¿Cómo se articulan lo imaginario (en tanto esto de lo que Jacques Lacan da cuenta en sus inicios como la imagen especular) y el significante (lo simbólico, tal como lo introduce unos años después, momento que conocemos como el inicio de su enseñanza propiamente dicha)?
En la clase III de su Seminario sobre La Angustia (el Seminario 10) Lacan dice que la articulación del sujeto ($) y el otro (a), y la articulación del sujeto ($) con el Otro (A) con mayúsculas no plantean para nada una cuestión de separación; es decir, esa diferencia no tiene la función de separar. Este esquema que Lacan hace en la clase anterior a esta, el esquema de la divisón (ver post anterior) ya había sido publicado en su texto «Observaciones sobre Daniel Lagache». Dicho esquema articula términos que se relacionan mucho con el tema que nos ocupa,dice Lacan aquí, la «dependencia», la función de la dependencia. También Lacan retomará los conceptos de yo ideal y de Ideal del yo, de los que había hablado ya en su segundo seminario.
Lacan nos propone recordar cómo es que ocupa su lugar la relación especular; y de qué modo depende de que el sujeto se constituya en relación al Otro, siendo su marca la relación con el significante.
En esa pequeña imagen ejemplar de donde parte la experiencai del Estadio del Espejo, ese momento en que el niño siente ese «júbilo» en el momento en que se reconoce en el espejo, que asume esa totalidad, extraña, como propia, tiene un movimiento que lo caracteriza. Es ese movimiento del niño cuando se da vuelta buscando a quien lo tiene en brazos, que está ahí atrás, parece que en ese movimiento le pidiera a ese Otro, que ratifique el valor de esta imagen. De esto se trata ese índice: i(a).
Pero Lacan se pregunta si tenemos que limitarnos a eso. O más bien debamos volver al texto inaugural del psciaonálisis freudiano: «La interpretación e los sueños», donde Freud nos habla de esa «otra escena». Esto es justamente lo que no nos hace detener en el Estadio del Espejo, e introducir, partiendo del sueño, la función del inconsiente.
Esa otra escena es nuestra razón, dice Lacan. Y propone avanzar en las vias de conocer su estructura.
Hay un primer tiempo que podemos llamar «el mundo». Hay un mundo, más allá del mundo «materialista», y esto es lo que entendemos como esa «otra escena». La dimensión de esta escena, dividida respecto del lugar donde está el espectador, no está ahí más que para mostrarnos la diferenca radical entre el mundo y ese lugar en el que las cosas «se dicen» o como dice Lacan, aquel sitio en el que las cosas «acuden a decirse». Las cosas del mundo, todas ellas, entran en escena según lo ordenan las leyes de los imbólico, del significnate.
Es más que evidente, nos plantea Lacan que la existencia de ese mundo en el que estamos implicado como sujetos, es aún anterior al advenimiento de la ciencia, de su razón.
Entonces, como primer tiempo, decimos siguiendo a Lacan, está el mundo. Segundo teimepo: la escena a la que hacemos que este mundo suba.
Seguiré con esto el post siguiente.
LACAN, JACQUES. EL SEMINARIO DE JACQUES LACAN, LIBRO 10, LA ANGUSTIA. ED. PAIDÓS