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Los Nombres del Padre

Publicado por Betina Ganim

El Seminario inexistente de Jacques Lacan, «Los Nombres del Padre», iba a dictarse en el curso universitario de 1963-1964. Pero solo Lacan dio una clase, la primera.

En el momento de publicarla, con el Seminario posterior (en 1964, «Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis») primero Lacan había dado el visto bueno a Jacques Alain Miller, pero al día siguiente dio que no, un «No» rotundo.

De ahí que siempre fue bastante enigmático este «seminario inexistente»…no olvidemos que estamos en una coyuntura política institucional: la excomunión de Lacan de la IPA (la Asociación Internacional de Psicoanálisis)

Es así que ese seminario es un agujero en la enseñanza de Lacan; de hecho él siempre se refiere -tanto en sus Seminarios como en los Escritos- a esta cuestión. Tenemos con ésto la referencia a lo imposible, de la imposibilidad de saberlo todo...es que la enseñanza misma de Lacan se torna imposible… Tal vez aún debían referenciarse en el Nombre del Padre antes de poder pluralizarlo… Es por eso que Lacan dice que «por algo» no se dio ese Seminario.

Dice Miller en un comentario sobre este seminario inexistente (en 1991) que parece que hubiera sido la venganza de Lacan…Como si Lacan dijera, imagino, «¿Que no pude dar ese seminario? Pues bien, ¡me llevo este secreto a la tumba!» Es que justamente lo que se llevó con él fue el «secreto» de «los nombres del padre».

¿Qué iba a decir allí? Porque el caso es que el siguiente Seminario habló de los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis.¿Y, me pregunto, será casualidad que justamente aquello que había sostenido toda esa primera gran parte de su enseñanza, el Nombre del Padre como operador teórico y clínico, no figure entre los cuatro conceptos fundamentales de los que hablaría el seminario siguiente?

Pero hablamos de «secreto»…¿cuál es el «secreto»? Bueno, está a la vista…en el mismo título que iba a llevar ese seminario que nunca fue: «Los Nombres del Padre» (como la carta robada…tan evidente como lo que se juega en ese cuento de Edgar Allan Poe)

El «secreto» es que ese Nombre del Padre no lo hay! No lo hay en tanto singular. El Nombre del Padre no existe! Ese sería el secreto… Ese lugar que hasta ese momento había comandado la teoría y la práctica clínica, tan importante estructuralmente en un sujeto, en los análisis, en las lecturas de la sociedad y la cultura…eso lugar preferencial en realidad está vacío.

Lo que hay es entonces una pluralización «Los Nombres del Padre», que requiere que en la clínica puedan ser distinguidos en tres: el padre simbólico, el padre imaginario y el padre real. Las intervenciones irán en este sentido, según del padre de que se trate… Es notable las confusiones a que lleva no poder distinguirlos en una cura.

Pasó que el 19 de noviembre del 63 apareció un documentolos n del p firmado por colegas de Lacan que lo borraban de la lista de analistas didactas. DE esto se entera una noche y al otro día dio esta lección de apertura (del que supuestamente iba a ser el Seminario «Los Nombres del Padre») y frenó el Seminario allí.

Este hecho no solo marcó un punto de inflexión en la carrera de Lacan, sino que también dejó una huella indeleble en el campo del psicoanálisis. La ausencia de este seminario, y el misterio que lo rodea, ha generado una serie de especulaciones y teorías. Algunos sostienen que Lacan tenía la intención de desmantelar la noción tradicional del Nombre del Padre, mientras que otros creen que estaba preparando el terreno para una revisión más radical de la teoría psicoanalítica.

El hecho de que Lacan nunca llegara a dar este seminario ha alimentado la fascinación por su figura y su obra. A pesar de su ausencia, «Los Nombres del Padre» sigue siendo una referencia clave en el estudio del psicoanálisis lacaniano. Su inexistencia ha llevado a algunos a considerarlo como el «seminario fantasma» de Lacan, un espacio vacío lleno de posibilidades interpretativas.

La decisión de Lacan de no dar este seminario puede verse como un acto de resistencia contra la institución psicoanalítica, que en ese momento estaba intentando excluirlo. Al negarse a impartir el seminario, Lacan estaba desafiando las normas y reglas de la IPA, y al mismo tiempo, estaba creando un espacio para la reflexión y el cuestionamiento.

Seguiremos la próxima con este comentario.

FUENTE: MILLER, J-A. «Conferencias Porteñas» Tomo 2. Ed. Paidós