Vergüenza y culpa
Retomando mi trabajo de Cartel que empecé a transmitirles el post pasado, seguiré con un ordenamiento del caso que me ocupa.
1) Un síntoma compulsivo: Tos: FINALIDAD: hacer saber que está ahí. Fantasía: ladrar como un perro (para “despistar a la gente”: distraer al Otro?)
2) Recuerdo: MASTURBACIÓN-PERRO: vergüenza
3) Sueño. Ella interpreta: inmenso poder y gran potencia.
4) Asociaciones
5) Su “potencia”. Asociada a su agresividad hacia sus rivales.
6) Interpretación de la analista: la finalidad de la tos: interrumpir a sus padres la posibilidad de tener más hijos; de ahí su fantasía agresiva de omnipotencia. Por ende, mayor temor a la venganza materna. Proyectó en los genitales maternos que seguro había visto, esa agresividad con su propio pene. Que ese era el significado de masturbación representado en el sueño.
EFECTOS
La tos despareció pero tuvo cólicos. Especialmente cuando se fue de la última sesión.
Reapareció un síntoma infantil: enuresis
Lacan nos dice que -a diferencia de la interpretación que la analista inglesa hace de ese recuerdo, de la sesión en sí- no es por la vía del significado del deseo en el sueño y su relación con el otro (objeto imaginario, diana del deseo) que conviene ir; sino que plantea otro esquema posible: primero, abordará la cuestión planteando que se trata del lugar del Otro en juego, y luego terminará la clase con el planteo del objeto del fantasma como real, ante el cual el sujeto es capaz de “desaparecer de la vergüenza” (no frente al Otro)
OTRA LECTURA POSIBLE: UN RETORNO AL CUERPO
Retomando entonces aquella frase de Miller:
…la vergüenza forma parte de la culpa, pero en tanto culpabilidad, diferencia que me parece interesante articular, en tanto orientada por la última enseñanza de Lacan.
La culpabilidad, dice Miller, está relacionada al deseo, y es un efecto sobre el sujeto de Otro que juzga.
En cambio, es lo que quiero articular, la vergüenza de la que se trata en este caso se asocia más bien con una culpa primordial asociada al goce, como “lo más íntimo del sujeto” , anterior a ese Otro que juzga…
Tenemos entonces, por un lado la novedad del Seminario 6: luego de haber puesto en primer plano el lugar del Otro, está el secreto de que no hay Otro del Otro, que el Otro está agujereado; y una dialéctica en relación al deseo, que es la de un deseo sin objeto propio. El objeto del deseo no es el que está puesto delante, sino que es el soporte de una metonimia esencial del deseo; un deseo que está regulado por el fantasma, en tanto relación del sujeto con el objeto.
Este recorrido me lleva al Seminario 7 y al Das Ding como elemento no dialéctico (goce), Seminario donde Lacan demostrará que el lugar principal ya no es ocupado por el Nombre del Padre, sino por la Cosa, que viene al lugar del Nombre del Padre (operador teórico y clínico que regía hasta el Seminario 5 y ante el cual Lacan hace silencio en el Seminario 6)
Se trata -a partir de Das Ding, de la Cosa -del objeto como causa.
Luego me iré a la referencia lacaniana de “morir de vergüenza” del Seminario 17 , articulada al “desaparecer de vergüenza” que se desprende del caso. Por ahora dejaremos aquí.