Psicología
Inicio Psicología Clínica La Salud Mental

La Salud Mental

Publicado por Malena

Es de prioridad fundamental la salud mental

La Salud Mental

Según la Organización Mundial de la Salud la salud es el estado de bienestar bio psico social, o sea que se considera a una persona saludable cuando se encuentra bien tanto física como mentalmente y perfectamente adaptada participando en su medio.

Cada uno de estos enfoques está interrelacionado con los demás, de manera que el medio ambiente puede incidir en la salud física y mental y ésta a su vez puede influir en las relaciones interpersonales, la sociedad y el trabajo.

La medicina moderna no se limita a separar al enfermo mental de su medio social sino que intenta por todos los medios de lograr su readaptación a la sociedad, mediante tratamiento farmacológico y psicoterapéutico y fomentando una capacitación laboral.

Antiguamente las clínicas psiquiátricas eran depósitos de personas psicóticas que estaban destinadas a permanecer encerradas, libradas a su destino, sin ningún tipo de tratamiento.

Se denominan psicosis a distintos tipos de enfermedades mentales que se caracterizan por la desestructuración de la conciencia y la pérdida del sentido de la realidad, por causas endógenas y también sociales.

En tanto que las neurosis, son conflictos internos que producen trastornos que pueden ser más o menos graves, pero sin alteración de la conciencia.

Hoy en día, desde el descubrimiento de las drogas antipsicóticas, los enfermos mentales pueden desarrollar una vida relativamente normal, siempre que permanezcan contenidos por su entorno familiar o bien supervisados por acompañantes terapéuticos que efectúan el seguimiento en el domicilio si están solos.

Este sistema no se cumple en forma óptima ya que adolece de muchas fallas. El magro presupuesto hospitalario y la escasa cantidad de personal especializado da lugar a que estos enfermos no tomen la medicación y vaguen por la ciudad como indigentes, o bien a que permanezcan solos en sus casas expuestos a graves accidentes domésticos, convirtiéndose en una constante amenaza para sus vecinos.

El problema que se produce es que la mayoría de las veces los familiares rechazan al enfermo mental y aunque la familia directa tiene responsabilidad jurídica en estos casos, gran parte de ellas trata de eludir su compromiso, abandonándolos a su suerte.

No es fácil convivir con personas con patologías mentales, y tampoco resulta eficaz para el enfermo permanecer en el mismo medio familiar, que también está enfermo.

Por lo general, los enfermos que tienen más oportunidad de recibir una atención terapéutica combinada, sin internación, son los jóvenes, quienes en mayor proporción tienen la mayor posibilidad de rehabilitarse.

Las personas mayores suelen deteriorarse más, dado que cuanto más antigua es la dolencia mayores estragos produce en el enfermo dificultando su readaptación y su capacidad de trabajo.

Por lo general la enfermedad mental se manifiesta como brotes de violencia durante los cuales el enfermo generalmente intenta atacar a algún miembro de su familia.

Esta situación suele ser la que desencadena el proceso de internación, que actualmente tiene una duración de no más de quince días.

En esa circunstancia será atendido por psiquiatras y psicólogos y sometido a una terapia farmacológica en forma intensiva y controlada y a sesiones de psicoterapia individual y de grupo.

En todos los países debería existir un servicio de admisión de urgencia estatal que atienda a estos enfermos y realice su seguimiento, pero la realidad es muy diferente.

Las enfermedades mentales producen graves problemas sociales, como la pérdida del trabajo, ausentismo laboral, deserción en los estudios y desestructuración familiar.

En las sociedades modernas el trastorno bipolar o depresión endógena, es una de las enfermedades mentales más comunes. El anonimato, la pérdida de la fe y del sentido de la vida, la búsqueda de la seguridad, las drogas, la violencia y la impunidad, son factores que inciden en el desarrollo de esta enfermedad que se ha convertido en nuestros días en una pandemia.