Acepta el reto de la crisis existencial
Un día te das cuenta de que ya no vives en paz que algo dentro de ti falla, mejor dicho, que ya no nada dentro de ti que te satisfaga mínimamente. Sientes un vacío y te das cuenta de que últimamente te limitas a soportar la vida.
Tranquilo, no eres un bicho raro. Es normal, incluso saludable, que las personas en algún momento de su trayectoria vital experimenten una crisis existencial. Esto sucederá y te doy la enhorabuena porque lo más probable es que se aproxime un cambio radical en tu vida. Nuevos retos y desafíos te están esperando así que prepárate para iniciar una aventura hacia tu interior.
Las crisis existenciales implican un desequilibrio con respecto a nuestra identidad llegando a sentirnos extraños dentro de nosotros. Nos planteamos cuestiones que hasta ahora no nos preocupaban, o simplemente dábamos por solucionadas. Hacia dónde nos lleva la vida, cuál es el sentido de mi existencia, nos planteamos si realmente somos felices en nuestro trabajo o con nuestra pareja, o sentimos una insatisfacción generalizada que nos obstaculiza encontrar la raíz misma. Estas son cuestiones recurrentes en las crisis de existencia. Vas por buen camino.
La situación adquiere un carácter conminatorio por lo que el individuo siente una necesidad imperiosa de solucionarla lo antes posible. Además, genera angustia e inquietud por lo que nuestra calidad de vida se ve seriamente disminuida por su influencia.
Hay que tener en cuenta que no se trata de filosofar sobre la vida de uno sino que se experimentan una serie de carencias que nos obligan a cambiar el cauce de nuestra vida y este hecho produce un impacto psicológico importante en el sujeto.
No existe una regla sobre la duración de las crisis hay personas que la sufren durante un tiempo reducido y delimitado por una situación concreta dada, y hay personas cuyas crisis existenciales se alargan en el tiempo y son vividas como más desestabilizadora e intensas.
En este contexto es preciso reorientar nuestras creencias y esquemas cognitivos realizando ajustes y modificaciones en muchas de las ocasiones. También se realizará un trabajo de reestructuración con respecto a las expectativas objetivos y hábitos. Aprender a aceptar que la vida nos enfrenta a situaciones que nos producen miedo y angustia aligera bastante la carga emocional. Es importante aceptar la crisis existencial de forma positiva puesto que es la respuesta a Las insuficiencias de nuestro ser.
La realidad es que cuando logramos superar crisis volvemos reforzados, conectados a nosotros mismos más intensamente porque te has atrevido a salir de tu zona de confort para lidiar con la diversidad frente a frente.
Sin embargo, no todo el mundo cuenta con los recursos suficientes para confrontar. La incertidumbre que se crea puede ocasionar un bloqueo. Por ello, es importante que un profesional te ayude descubrir el camino y tu visión del mismo. Además de orientarte acerca de cómo plantear tus nuevos proyectos y manejar tus dificultades relacionadas con la gestión emocional.
Normalmente, superar la crisis requerirá tomar acciones concretas tanto a nivel emocional como personal. Habrá entonces que estar dispuesto a provocar cambios y no resistirse a ellos. Las crisis no son más que nuevas oportunidades de vivir mejor.