Cómo romper con tu pareja
Hay algunos momentos que son cruciales en una relación y dependiendo de como se superan podremos encontrarnos con una etapa superada o pendiente.
En esta ocasión estamos hablado de una etapa que un alto porcentaje de parejas pasan. Se trata de la ruptura y sobre todo nos vamos a referir a esa ruptura que es unilateral, que viene de un solo lado y cómo debemos de proceder para hacerlo de la forma más correcta.
Evidentemente que el impacto o el dolor no va a ser mitigado por realizar una ruptura de forma correcta pero es importante como hemos dicho antes que las etapas por las que pasa una relación queden bien cerradas para que no solo la persona que rompe sino la que es dejada pueda empezar una nueva vida desde ese momento y poder así facilitarle el proceso de duelo que, como cuando fallece un ser querido, pasa una persona que es abandonada por su pareja.
Se trata de romper una relación de forma madura tal y como lo haría un adulto y nada de poner mensajes de texto, emails o una nota en la mesa. Estas formas de cortar no dejan el asunto zanjado y no dejan que la otra persona pueda pasar por sus procesos y ayudar a que pueda iniciar una relación más adelante.
Hay que tener en cuenta una cosa y es que no existe el momento perfecto para terminar con una relación de tal forma que este momento se puede alargar en el tiempo hasta que inevitablemente el deterioro de la relación es tan grande que acaba sucumbiendo.
Tengamos en cuenta que hay relaciones que duran toda una vida porque una de las dos partes no fue lo suficientemente valiente como para terminarla a tiempo.
En realidad se trata de tener esa fuerza y ese valor necesario para poder terminar con una relación de forma adulta y madura.
La relación puede acabarse por muchas razones, por ejemplo, por desenamoramiento, engaño, incompatibilidades, etc. Pero sea cual sea el motivo hay que terminar la relación cara a cara y tener mucho cuidado con el tono de voz que empleamos para ello. Debe de ser un tono de amistad, no de resentimiento, dureza ni tampoco demasiado meloso o dulce. Un tono normal de voz que no pueda dar paso a una discusión en ese momento.
Evitar la discusión aunque la otra parte se ponga nerviosa y emplee un tono de voz más duro. Es importante conservar la calma y poder transmitirla durante todo el proceso.
También es importante no eternizar este momento y que dure lo justo y necesario de tal forma que podamos transmitir las razones y poco más.
No hay que dar vueltas, ni decir las cosas de forma más suave para no hacer daño. Tengamos en cuenta que si procedemos así se puede provocar algún malentendido en la otra persona de tal forma que pueda llegar a tener esperanzas de recomenzar la relación en algún momento.
No olvidemos que lo más importante es terminar la relación de forma definitiva para ayudar a que la otra persona pase por el trance lo antes posible y de le ayude de esta forma a empezar su propia nueva etapa.