Cómo superar una ruptura
Uno de los traumas más importantes por los que pasa una persona es de la ruptura de una relación. El dolor que se siente cuando una persona de la que estamos enamorada rompe con nosotros es realmente indescriptible y puede ser causa de verdaderos traumas casi irreparables si es que no se tienen las herramientas para poder usarlas como colchón emocional ante este impacto tan enorme.
Es casi una ley de vida, algo por lo que casi toda persona pasa a lo largo de su existencia y que en edades más tempranas se convierte en un verdadero trauma ante el cual se puede llegar a estados realmente peligrosos.
Además, es importante recordar que cada persona vive y procesa la ruptura de una manera distinta. Algunos pueden sentir un alivio inmediato, mientras que otros pueden pasar por un largo y doloroso proceso de duelo. No hay una «forma correcta» de sentirse después de una ruptura. Cada uno tiene su propio ritmo y es importante respetarlo.
En todo caso, el final de una relación puede deberse a muchas circunstancias pero esto no quiere decir que pueda llegar a no ser dolorosa. La ruptura de una relación siempre es dolorosa, es el cierre de una etapa y el comienzo de una nueva con toda la incertidumbre que eso trae a nuestras vidas, un proceso bastante desestabilizador.
Cuando la relación termina tenemos que darnos cuenta que es eso lo único que termina ya que hay otras cosas como el trabajo, los amigos, etc que continúan y así debe de ser, por lo tanto tendremos que tener las armas para realizar un replanteamiento de nuestras vidas.
Es crucial entender que aunque la relación haya terminado, la vida sigue. Puede que sientas que todo se ha derrumbado, pero es importante recordar que aún tienes muchas cosas valiosas en tu vida. Tus amigos, tu familia, tus pasiones y tus sueños siguen ahí. Es un buen momento para centrarte en ti mismo y en lo que te hace feliz.
Si recordamos las fases que se pasan cuando fallece un ser querido nos daremos cuenta de que en el proceso de pérdida de una relación se pasan por fases muy parecidas. Al principio parecerá algo que nunca podremos superar en muchos de los casos pero el tiempo acaba haciendo su trabajo y si tenemos paciencia finalmente saldremos del agujero en el que nos metimos cuando terminó la relación.
La primera fase podemos llamarla fase de duelo en donde primeramente habrá una fase de negación en la que todavía tenemos esperanza de recuperar el amor perdido de tal forma que en nuestra cabeza la situación se verá como algo temporal y no definitivo.
Después pasaremos a la fase de enfado en donde intentaremos buscar las razones de lo que ha sucedido y buscaremos como echar la culpa a la otra persona. Puede haber una fase de negociación en la que intentaremos llegar a un acuerdo con la otra persona pero cuando vemos definitivamente que no hay acuerdo posible entramos en la fase de dolor y tristeza.
De aquí pasaremos a la fase de aceptación para poder empezar a construir de nuevo nuestras vidas y quien sabe, iniciar otra relación más adelante aprendiendo de los errores de la que se acaba de romper.
Estas fases se pasan cuando la ruptura se ha dado por una de las dos partes. No es igual cuando la relación se rompe de mutuo acuerdo.
Para superar una ruptura hay que comprender cosas como que somos seres independientes, lo fuimos antes de estar en la relación y volvemos a serlo de nuevo aunque sea temporalmente.
Te aconsejamos que superes bien esta ruptura antes de iniciar otra. Date un tiempo de soltería antes de empezar nada nuevo. Este tiempo puede ser utilizado para reflexionar sobre lo que ha sucedido, aprender de la experiencia y trabajar en tu crecimiento personal.
Es normal que sientas dolor, tristeza y añoranza por todo lo que tiene que ver con la persona perdida pero una vez que notes que esto va pasando deshazte de todo lo que tiene que ver con tu expareja. Es importante recordar que no estás solo en este proceso. Busca apoyo en tus seres queridos y considera la posibilidad de buscar ayuda profesional si sientes que no puedes manejar el dolor por tu cuenta.