Psicología
Inicio Amor El Amor Compartido

El Amor Compartido

Publicado por Malena

el-amor-compartido

No es común que la gente acepte compartir su amor con otro, pero hay algunos que lo hacen y entonces, para poder vivir esa situación sin sufrir, en una sociedad donde no existen esas reglas, se engañan a si mismos y pueden seguir viviendo como si nada.

Nora ya cumplió las bodas de plata y su marido, José, la engaña con otra desde hace veinte años y hasta tuvo con ella un hijo que ahora tiene ocho años.

Nora vive con su marido y con su madre y tienen dos hijas que ya están casadas.

José tiene un restaurante, hace muchos años, y está muchas horas fuera de casa. Curiosamente quiere mucho a su suegra, casi como una madre, y ella también lo estima y lo consciente como a un hijo.

La suegra que es viuda desde muy joven y que tuvo una sola hija, fue la que cuidó a sus dos nietas mientras eran chicas, porque Nora tuvo negocio muchos años. Pero durante una de esas crisis económicas que a duras penas todos tuvimos que vivir, pudo venderlo y retirarse.

Desde que Nora está en casa todo el día, su madre acapara toda la actividad hogareña, además de acompañar al matrimonio a todos lados, porque no se quiere quedar sola.

Sin embargo, su hija manifiesta que a ella esto no le interesa, acepta esta situación con el mismo estoicismo que acepta la doble vida de su marido.

Se podría decir que su marido tiene dos esposas, su mujer y su suegra, y que está muy conforme con ellas, porque lo atienden muy bien, le tienen la casa al día, le cocinan y cuando está en casa, es el dueño del control remoto.

Su suegra le ha arrebatado el rol a su mujer, con el derecho de haberlo desempeñado muchos años, cuando la necesitaron para que cuidara a las niñas, y ahora a la dueña de casa le va a ser imposible recuperarlo sin herir a su madre.

Nora es una mujer de carácter fuerte por sus convicciones firmes y su poder de decisión, pero es discreta, callada, de muy bajo perfil e incapaz de imponerse por la fuerza; y más bien recurre a su astucia para conseguir algo.

Se podría decir que su casa generalmente es un hogar tranquilo, donde no hay peleas ni gritos, pero eso no quiere decir que no haya conflictos y que en algún momento la situación no se desborde y estalle.

Aunque Nora conoce la relación extramatrimonial de su marido, para ella esa mujer y ese hijo simplemente no existen, porque lo que hace su marido fuera de casa a ella no le importa.

José tiene así dos hogares y una doble vida que ha mantenido muchos años con la anuencia de su mujer y de la otra que por supuesto sabe que es casado.

En países de Centroamérica es bastante común que los hombres que tienen una posición acomodada tengan una concubina y que además tenga hijos con ella. Pero en Argentina, hasta donde yo se, no es tan frecuente, aunque sin duda existen casos como este.

En algunos países orientales la bigamia está institucionalizada, siempre que el varón pueda mantener a ambas familias, e incluso existen lugares donde se practica la poligamia, o sea, la posibilidad de que un hombre pueda tener varias mujeres que vivan en la misma casa.

En cuanto a Nora, creo que aunque no lo parezca, le debe ser muy difícil aceptar estas circunstancias porque ama a su marido. Pero esa es su forma de encarar las cosas, lo que no le gusta simplemente no existe.

Y entonces, vemos que hay gente que puede compartir el amor en todo sentido, con su madre y con su marido.

Esto no está mal ni bien, es una forma de vivir válida para esas personas, que saben lo que quieren y deciden seguir adelante en ese grupo familiar, a pesar de todo.