La gente que nos enfada es la gente que nos controla
Es increíble darnos cuenta como somos controlados por las circunstancias, los demás, etc. Bailamos al son que nos marcan como si de robots se tratase.
Si nos diéramos cuenta de los resortes y reacciones que el comportamiento de los demás nos provoca trabajaríamos para poder evitarlos.
En este caso vamos a hablar de un sentimiento muy común en la mayoría de las personas, se trata del enfado, un enfado provocado por otros y que, además, nos pone lamentablemente bajo su control.
Podemos decir a este respecto que quien nos enfada tiene la capacidad de controlarnos. Es mejor aprender a vivir con serenidad las provocaciones de los demás para que seamos nosotros quienes controlemos nuestra vida.
Todos hemos vivido situaciones que nos han llevado al extremo de sacarnos la ira hasta explotar, hasta conseguir enfadarnos al máximo y unas veces esto ha sucedido por alguna circunstancia específica que nos ha conseguido enojar hasta ese extremo y en otras ocasiones han sido personas con personalidades y formas de ser que habitualmente sacan de sus casillas a los demás siendo nosotros también víctimas de ellos.
Esto suele suceder con personas muy perfeccionistas, muy críticas o, por el contrario, con personas muy dejadas.
En cualquier caso puedes investigar en tu entorno o ver quiénes son esas personas que te sacan los peores demonios y porqué para poder estar prevenido de antemano.
Lo que tenemos que hacer en primer lugar es cambiar nuestra perspectiva, nuestra forma de pensar en el siguiente sentido. No son esas personas las que nos enfadan con sus actitudes sino nosotros quienes les dejamos o permitimos que con sus comportamientos y formas de ser nos provoquen esa ira tan dañina.
¿Es acaso más importante lo que tu piensas de ti mismo que aquello que piensan los demás?. Pues cuando nos enfadamos con ellos es porque le damos más importancia a sus opiniones que a las nuestras.
Cualquier batalla que se pueda plantear entre tú y esas personas está perdida en el momento que dejas que saquen tu ira por eso una de las primeras estrategias psicológica y emocionalmente más sanas es la de mantenerse en calma ante cualquier provocación, tanto realizada a propósito como sin intención.
Si queremos tener un control sobre nuestras vidas necesitamos tener
un control sobre nosotros mismos y uno de los primeros pasos que podemos y debemos dar es el dejar de focalizar la atención a los comportamientos que nos enfadan de los demás y centrarnos en nosotros mismos.
Si queremos ser personas con un equilibrio psicológico y emocional responsables de nuestros actos tenemos que aprender a controlar la ira que otros nos provocan ya que esta ira es uno de los mayores problemas de desequilibrio en todos los ámbitos de la vida, a novel social, de pareja, de trabajo, etc.
Es importante conocer bien el origen de nuestro enfado. Es posible que la persona que tenemos delante no sea realmente el causante en origen, a veces, un mal día nos lleva a tener estas reacciones con lo demás que tenemos que aprender a controlar.