Arte y Promoción de la salud.
Como hemos hablado en artículos anteriores la relevancia de toda forma de expresión artística en lo referente a la prevención de conflictos psicológicos y la promoción de la salud, es fundamental.
Por lo general, estamos acostumbrados a notar que todo lo referido a la salud, se asocia con un tratamiento. Esto, implica que ya hay un conflicto a resolver y que, tanto el médico como el psicólogo, llevan adelante acciones para “Curar” o resolver tal o cual conflicto.
De hecho, las consultas de salud se realizan precisamente cuando hay algún problema, o se altera el modo de funcionamiento que teníamos hasta el momento.
Sin embargo, es esencial otorgar el valor que le corresponde a la promoción de la salud. Esto, evitaría futuros problemas; ayudaría a desplegar gran cantidad de herramientas y brindar información que debería ser de divulgación pública.
La promoción de la salud es un proceso orientado a desarrollar herramientas para que la población tome conciencia del cuidado y del control de su salud. Esto significa que es un proceso que se ubica previamente al desarrollo de alguna problemática.
Respecto a la Salud Mental específicamente, muchas veces no se toma en consideración la necesidad de incidir en áreas de prevención y promoción, aunque sean de gran importancia.
Aspectos emocionales y psicológicos, son la razón de gran porcentaje de sufrimiento por parte de la población. Y, al mismo tiempo, es muchas veces la base del desencadenamiento de otras cuestiones médicas y de salud general.
El arte es una herramienta, una vía de expresión central en el ámbito de la promoción de la salud mental. Por este motivo, talleres de arte y creativos deberían dictarse en escuelas, centros culturales e instituciones públicas.
Por medio de la expresión artística, podemos manifestar conflictos internos, emociones, mensajes, de forma alternativa, logrando, en el proceso mismo, encontrarnos con aspectos propios que no conocíamos.
La expresión artística ayuda a reafirmar la identidad, colaborando en asegurar a sujetos en condiciones de vulnerabilidad social, condiciones de violencia y crisis familiares, entre otros. El arte es entonces un modo incluso de defender y ejercer los derechos humanos, porque ayuda a construir modelos de futuro.
Colabora al poder expresar por este medio, sueños y proyectos. Y permite lograr el empoderamiento.
Este debería ser un dispositivo aplicado con regularidad, ya que los recursos que habilita en quienes participan son innumerables. En principio, permite el despliegue de lo creativo, considerado como Acto y posibilidad de Crear.
También permite la posibilidad de poner a prueba los modos hegemónicos de actuar y pensar, buscando modos alternativos, respuestas distintas a los conflictos cotidianos.
El arte no es solamente una herramienta terapéutica, no es sólo un recurso para la cura, sino también un medio para empoderar y fortalecer aspectos saludables de la población.
Es un recurso que colabora con la construcción de la sociedad futura, por tanto, es esencial su implementación fundamentalmente con niños y adolescentes, ya que su subjetividad esta en formación, y todo factor de expresión artística que incida en estos procesos colabora con un desarrollo más saludable.