Creatividad y Salud.
¿Cuál es la relación entre la conexión que podamos tener con nuestros aspectos creativos, y la salud, especialmente si hablamos de salud mental y emocional?
Los vínculos entre ambas cuestiones son múltiples y vamos a explayarnos un poco sobre esto.
La creatividad es la capacidad que tenemos de transformación, de tomar lo que tenemos o traemos para producir algo nuevo. Pero ubicarse en una posición creativa implica más que esto, representa un enfoque sensible y auténtico frente al entorno, donde la capacidad de percibir está ya imbricada con estas múltiples posibilidades.
Según Winnicott la Creatividad se desarrolla desde los primeros momentos de vida, y en un vínculo con un otro que aporta lo necesario para que ese despliegue sea posible.
Desde la Psicología asociamos constantemente la capacidad creativa y simbólica con la salud en la infancia. Si un niño o niña no juega consideramos que hay un problema. En la adultez, el parámetro de asociación de la creatividad con la salud lamentablemente se va perdiendo.
Sin embargo, está ya por demás claro el impacto que las actividades artísticas y creativas tienen sobre la salud mental. Los desarrollos en Arteterapia y la incorporación cada vez más amplia de recursos artísticos en los consultorios psicológicos dan cuenta de ello.
Propiciar el despliegue creativo libre ayuda a reconocer las propias potencialidades, a desarrollar la autoestima, la iniciativa y la tolerancia a la frustración. Nos permite transitar, sostener procesos, y transformarnos a través de ellos. Es un camino que permite la deconstrucción de mandatos y normas percibidas como inflexibles, y la construcción de algo nuevo, metabolizado por la persona misma.
Los recursos de conexión con la propia energía creativa colaboran con la construcción identitaria, y la posibilidad de forjar un camino más independiente y auténtico.
La expresión creativa libre nos permite registrar las emociones, y manifestarlas de maneras múltiples y alternativas. Estos diversos canales expresivos que se le ofrecen al mundo emocional ayudan a lograr un mejor estado de bienestar en este sentido.
Sabemos que cuando bloqueamos las emociones o intentamos ocultarlas esto trae problemas en el plano de la salud, pudiendo manifestarse incluso a través de enfermedades físicas. Las actividades creativas o artísticas nos ayudan a expresarnos emocionalmente ofreciendo canales diversos y complementarios. Así, no sólo podemos hacerlo a través de la palabra sino por medio de múltiples recursos expresivos.
La expresión creativa nos permite registrar cómo estamos y qué necesitamos. Si lo permitimos, la producción creativa nos ofrece un mapa, una foto de nuestro momento presente, una representación de nuestro mundo interno, dándonos información para poder tomar acciones en consecuencia. Nos permite una mayor conciencia sobre nosotros mismos, traspasando las barreras resistenciales que a veces nos hacen perder contacto con lo que realmente nos pasa.
Es indiscutible la relación entre Salud y Creatividad, siempre que se trate de expresión creativa libre. El desarrollo de herramientas expresivas espontáneas promueve la salud y previene el desarrollo de conflictos psicológicos.
Deberíamos enfatizar su importancia y divulgarla, motivar el despliegue imaginativo, el juego y la expresión libre como herramientas psicológicas indispensables para un recorrido vital más saludable.