Desbloquear tu creatividad.
¿Por qué hablamos de Bloqueo/Desbloqueo? En realidad este término nos da la pauta de que la Creatividad no es algo que se enseña, sino que deben propiciarse las condiciones para su despliegue.
Si estamos desconectados con nuestros aspectos creativos, podemos inferir que hay algún tipo de barrera o bloqueo que impide que esa energía creativa y transformadora se movilice y se ponga en acción.
En la sociedad actual no es extraño estar desvinculados de nuestra parte creativa. Desde la crianza y la formación escolar nos enseñan mayormente a reproducir, copiar y seguir patrones externos, impidiendo que confiemos o atendamos a nuestras ideas, ocurrencias e imágenes internas. A lo largo del desarrollo aprendemos a vivir en sociedad y muchos de los talentos y energía creativa innata se van apagando o «domesticando».
Si bien es necesario incorporar reglas y modos de hacer para vivir en comunidad también es importante poder acceder a ese afluente creativo para guiarnos en un camino propio y más auténtico.
La creatividad es una energía transformadora que nos permite construir y llevar adelante proyectos e ideas. Tiene relación directa con la autovaloración y la autoestima, e implica poder conectarse con aspectos profundos.
Todos los proyectos que encaremos sin conexión con esta base central, serán en algún punto superfluos, quizás crecerán pero tarde o temprano sentiremos cansancio, pérdida de rumbo o desconexión con lo que deseamos, porque no hay un trabajo interno que lo acompañe y le permita evolucionar.
El desbloqueo creativo implica poder revincularnos con esa parte propia, confiar en su despliegue y generar proyectos y acciones a partir de allí. Lo que sea que despleguemos será entonces, acorde a nosotros mismos, respetando nuestros tiempos y siendo fieles a nuestros objetivos y a lo que consideramos es nuestro verdadero aporte.
Poder levantar las resistencias que nos alejan del despliegue creativo implica en primer lugar trabajar sobre ellas, poder cuestionar mandatos o preconceptos que nos limitan; contrastar inseguridades y exigencias para atrevernos a desarrollar lo que deseamos. La creación de un proyecto propio tiene mucha relación con esto. Con revisar el camino recorrido y reevaluar nuestra dirección.
Muchas veces transcurrimos por la vida siguiendo patrones y obedeciendo inconcientemente a discursos y mandatos que nos impiden conectarnos con lo creativo auténtico. La creatividad implica precisamente poder salirse de los patrones convencionales, desarmando prejuicios y construyendo en un terreno propio.
La vida laboral y familiar en el entramado social actual dificulta este trayecto auténtico porque marca plazos y condiciona a entrar un sistema de consumo y de demandas constantes, que se separa de los ciclos y ritmos propios. Es por esto que adhiriendo plenamente a esta estructura bloqueamos en algún punto nuestra propia energía creativa. La bloqueamos para adaptarnos al rol que se espera que ocupemos.
Para poder reconectarnos debemos trabajar profundamente poniendo en cuestionamiento nuestra posición en el mundo, desde qué lugar deseamos actuar y cuál es nuestro propósito. La orientación vocacional inaugura un camino de búsqueda esencial en este sentido.
La sociedad necesita individuos que aporten desde sus perspectivas singulares, no que repitan meramente los patrones instaurados. No hay evolución posible si todos hacemos lo mismo.
Es por esto que desbloquear la creatividad y permitirse transitar un camino propio son cuestiones tan importantes, más aún en la actualidad.