Emociones y creatividad
¿Cómo podemos trabajar las emociones creativamente?
La creatividad y las herramientas artísticas son medios fundamentales para la expresión emocional. Son vías que permiten que las emociones se manifiesten y, por ende, nos posibilita reconocerlas, aceptarlas y observarlas desde otra perspectiva. A veces, pensamientos y emociones son difíciles de registrar y poner en palabra porque en el ámbito psíquico se hallan entremezclados, generando confusión.
Plasmar la emoción a través del hacer creativo nos permite darle una categoría distinta, otorgarle un nuevo espacio, al que podemos observar con cierta distancia.
La emoción es la materia prima de la expresión artística. Las obras de arte, por lo general, más allá de ser manifestaciones de belleza, de confrontación y de fomentar la reflexión, tienen esencialmente la capacidad de movilizar emociones que quienes estén disponibles para ello.
Esta capacidad se debe precisamente a que en muchos casos, fueron creadas a partir de la emoción y constituyen expresiones emocionales, transmiten un mensaje con cierta energía emocional asociada.
Por otro lado, por medio de la actividad creativa, podemos elaborar o transformar nuestras emociones. Por esto mismo es muy recomendable incorporar actividades de este tipo cotidianamente.
La emoción se manifiesta involuntariamente y tiene anclaje en el cuerpo. Muchas veces se dificulta nombrar o comunicar nuestras emociones, porque en cierto sentido escapan o exceden el lenguaje.
Las herramientas creativas nos permiten ampliar los modos de expresión por fuera de lo meramente verbal, ofreciéndonos más alternativas y otros lenguajes que ayuden a canalizar esa energía, ampliando a su vez la conciencia y el reconocimiento que tenemos hacia ellas.
Aceptar la emoción, darle un lugar, es fundamental en el trabajo personal. Las emociones señalan asuntos importantes de nuestra vida. Marcan aquello que las dispara ofreciéndose como material de análisis.
Poder reconocerlas, registrarlas corporalmente, expresarlas simbólicamente y creativamente, son hábitos promotores de la salud. Sabemos ya por demás los efectos de la represión emocional en la salud toda. De este modo les damos lugar y nos permitimos reflexionar sobre ellas, pudiendo tomar distintas acciones a partir de esto.
Negar las emociones o pasarlas por alto censura y mantiene oculto material importante que luego se manifiesta por otras vías. El enojo no reconocido, la tristeza contenida, ese nudo en la garganta que nunca se suelta, eso que no se dice tiene consecuencias en nuestra salud.
La expresión creativa de las emociones nos permite manifestar, reconocer lo que nos pasa en lugar de evitarlo. Y además nos permite reflexionar sobre nosotros mismos, ampliando la comprensión sobre lo que nos afecta, y habilitando aquellas elecciones que podríamos tomar para posibilitar cambios en lo que nos hace daño.
Pero ¿Cómo podemos llevar a cabo la expresión creativa de las emociones?
La idea es partir de la emoción para iniciar el hacer creativo. Ubicar la emoción en el cuerpo, ¿cómo la siento y dónde se aloja? Y luego movilizar su expresión a través del medio elegido: si tuviera que pintarla cómo sería? si tuviera que escribir sobre ella, qué escribiría? si tuviera que hacer un baile a partir de ella? si tuviera que cantar una canción? Todas estas preguntas nos permiten desplegar lo creativo a partir de las emociones, habilitando canales diversos de manifestación.
La conexión frecuente con las emociones y el despliegue de este tipo de actividades cotidianamente es una herramienta muy valiosa desde el punto de vista terapéutico y de autoconocimiento.