Astrología, Tarot y Cabala
La Astrología es un arte esotérico muy antiguo. Se atribuye su creación a Hermes Trismegisto hace miles de años, quien también intuyó las leyes del Universo y el poder de controlar la mente.
Esta doctrina, se basa en la influencia que ejerce en la vida de una persona la posición de los astros en el momento de nacer. Supuestamente, la rueda del zodíaco es el condicionamiento que tiene cada uno y que deberá superar para evolucionar a una conciencia superior.
Antiguamente tenía mucha aceptación por parte de personas influyentes que organizaban su vida regidas por sus signos, pero posteriormente, con el advenimiento de las ciencias modernas, principalmente de la Astronomía, al comprobarse que la tierra no era el centro del Universo, fue perdiendo prestigio.
En la actualidad, al mismo tiempo que se observa un resurgimiento de creencias olvidadas, también la Astrología está ganando adeptos, así como el Tarot y la Cabala, que están relacionados.
Estas doctrinas fueron los primeros intentos de bucear en las profundidades del inconsciente humano para tratar de revelar los intrincados secretos del alma.
Los símbolos son un caudal de sabiduría y siempre acompañaron la evolución de los pueblos, porque el hombre es un animal simbólico.
El Tarot es un naipe de origen incierto, aunque algunos lo adjudican a los místicos cabalistas. Se lo considera una clave que encierra un mapa de los diferentes estados de la psiquis humana.
Desde que el famoso médico psicoanalista alemán Carl G. Jung, reabrió el estudio de los símbolos como imágenes de la conciencia de los individuos que participan de la misma cultural, el Tarot, recuperó el atractivo por ser la más abundante colección de símbolos de Occidente.
La Cabala es la interpretación mística de los libros sagrados judíos, transmitida oralmente, primero en secreto y luego condensada en dos libros famosos: El libro de la Creación y el Libro del Esplendor que muestran influencias neoplatónicas y neopitagóricas.
Para esta doctrina Dios es una esencia inaccesible e inefable, pura negación de lo concreto, una nada. De esta nada emana la sabiduría y la inteligencia. Por lo tanto, Dios, la sabiduría y la inteligencia forman el género de los números que constituyen el mundo invisible, modelo del visible.
Tanto los números como las letras del alfabeto hebreo de la Cabala tienen un significado simbólico que coincide con el significado de los números de los naipes del Tarot y con los símbolos astrológicos
Carl G. Jung sostenía que los símbolos son arquetipos que están en el inconsciente colectivo; es decir, que son los mismos para todos pero pueden representan cosas diferentes según la persona y su circunstancia.
A partir de esta propuesta se puede inferir que estos símbolos son disparadores de intuiciones, es decir, proyecciones mentales que expresan el contenido del inconsciente.
Desde este punto de vista se podría considerar al Tarot como un posible instrumento, equivalente a un test proyectivo, cuyos fundamentos se basan en la forma de percibir y en la proyección inconsciente.