Astrología y Psicología
La astrología es frecuentemente desprestigiada por muchos profesionales de la Psicología, por no ser considerada una disciplina con basamento científico. Se la considera, de hecho, una pseudociencia, o un conjunto de creencias y tradiciones que se ocupan del significado y la interrelación entre los eventos celestes y los acontecimientos terrenales.
Desde la Psicología, mas específicamente desde el Psicoanálisis, la ruptura entre Sigmund Freud y Carl G. Jung implicó una disputa teórica determinante, si bien no referida a este tema específicamente, sí involucró el desacuerdo respecto a la cientificidad, entre otras discrepancias.
Para Freud, ninguno de los sucesos no comprobados científicamente podían ser tomados en consideración dentro del análisis psicoanalítico. Para Jung por el contrario, no se podían dejar de lado eventos que, escapando quizás al alcance de la ciencia, tenían gran incidencia a lo largo de la historia de la Humanidad y formaban parte de tradiciones y culturas legendarias. Segun él, no se podía negar la existencia e influencia de estos factores solamente por no cumplir con el método científico, como era entendido en ese momento.
Así, y entre otras razones, sus caminos se bifurcaron. Muchas interpretaciones erróneas y usos banales se hicieron luego y aún se hacen tanto de la astrología, como del trabajo de Jung, cuando ciertamente él desarrollo un vasto y complejo estudio de la psiquis humana, basada en casos clínicos (misma técnica utilizada por Freud) y en la exploración de distintas tradiciones y culturas alrededor del mundo.
Desde esta perspectiva, Jung ha puesto en valor disciplinas desarrolladas por el ser humano desde la antigüedad, como la astrología o la alquimia, interpretando sus simbolismos y vinculándolos con sus propios conceptos y desarrollos. La sincronicidad es uno de ellos. Concepto que alude a la simultaneidad de dos sucesos acausales, es decir vinculados por el sentido pero no por una relación causal.
Dicho esto, se puede considerar a la Astrología como una disciplina que tiene mucho para aportar al trabajo profesional del psicólogo. El problema no está en la Astrología como tal, sino en el mal e incorrecto uso que se pueda dar a la información que nos aporta.
Toda información que nos pueda brindar la Astrología debe interpretarse como potencialidad. Todas las personas son distintas y jamás una característica de un signo zodiacal, por ejemplo, puede determinar a tal cantidad de individuos.
De modo que, la astrología que sí puede aportar al trabajo psicológico es aquella que es trabajada en un marco terapéutico, vinculada al material aportado por ese paciente en particular.
La creencia es parte indispensable de la Humanidad. La creencia en sí misma puede lograr la existencia de muchos sucesos, sin que comprendamos científicamente su procedencia.
Tomar en consideración los aportes de disciplinas no consideradas científicas nos permite tener contacto con esa creencia, y con la sabiduría recopilada a lo largo de la historia, pero debemos utilizarlo con responsabilidad, siempre desde el plano analítico, donde se pueda revisar, cuestionar y asociar aquella información.
Las potencialidades que nos puede mostrar la astrología operan como aspectos inconscientes, que muchas veces no son observados por el sujeto. Visibilizarlas puede colaborar con permitir que se desplieguen estos aspectos, que de otro modo permanecerían ocultos.