El Budismo
Conócete a ti mismo y conocerás a Dios
Buda nació en la India, cerca de la frontera con Nepal y es una figura histórica.
Hace dos mil quinientos años el jefe de un reino llamado Maya y su esposa tuvieron un hijo a quien llamaron Siddharta Gautama, quien llegaría a ser la reencarnación de un Buda, que significa “el despierto”.
Siddharta nació con 32 marcas en su cuerpo que le predecían un futuro como emperador del mundo o como un Buda.
La vida de Buda tiene características parecidas a la vida de Cristo, el iniciador del Cristianismo.
Siddharta tuvo una vida de esplendor y bienestar. Su padre, sabiendo que podría orientarse hacia la religión y no lo sucediera en el poder, decidió evitarle todo contacto con la realidad, protegiéndolo detrás de los muros del palacio. Pero su hijo, además de ser excepcional en todo, también era muy curioso con respecto a las cosas de la vida.
A los nueve años salió del palacio. Sentado bajo un árbol mientras observaba detenidamente cómo el arado surcaba la tierra y los gusanos eran comidos por los pájaros, se preguntaba por qué los seres vivos tienen que sufrir.
Siddharta hizo cuatro viajes fuera del palacio y tuvo cuatro señales que representan un aspecto de la vida.
En el primero vio un anciano caminando con dificultad y tomó conciencia del envejecimiento.
En el segundo vio a un hombre enfermo y tomó conciencia de la enfermedad.
En el tercero vio un cuerpo cubierto, que llevaban hacia la pira funeraria y tomó conciencia de la muerte.
En el cuarto vio a un mendigo que había renunciado a todo y había logrado la liberación y tomó conciencia de la libertad.
Su esposa acababa de dar a luz, sin embargo abandonó su casa para encontrar por si mismo el significado de la vida. Buscaba una solución para el sufrimiento y poder salir de la rueda de nacimientos y muertes
Buda no podía aceptar que sólo hubiera solución para algunos privilegiados de nacimiento, como postulaba el Brahamanismo; él quería una solución para todos.
Practicó toda clase de técnicas de meditación, por medio del ayuno hasta la debilidad extrema o manteniendo la respiración, hasta que consiguió un estado alterado de conciencia que le permitió experimentar más allá de la realidad; pero se dio cuenta que esta práctica no era lo que necesitaba porque no había logrado la paz ni la iluminación.
Decidió sentarse bajo un árbol y no levantarse hasta haberla alcanzado.
Pudo descender a su fondo más oscuro y vencer el acoso del demonio hasta que logró un estado de extrema dicha que hizo a su mente muy poderosa.
Se dio cuenta por fin, que si eliminamos el deseo, es decir como uno quiere que sean las cosas en vez de cómo son en realidad, el hombre logra la libertad.
El punto medio, la moderación era la vía regia, ni ignorar al cuerpo ni forzarlo. Moralidad, meditación y sabiduría es la clave.
Las cuatro nobles verdades son:
1) en la vida existe el sufrimiento
2) existe el deseo
3) existe una forma de evitar el sufrimiento
4) liberarse del deseo
Las siguientes normas integran una Vía Media equidistante de los excesos tanto de rigor como de licencias:
1) Recto conocimiento
2) Recto pensamiento
3) Rectas palabras
4) Rectas obras
5) Recta vida
6) Recto esfuerzo
7) Recta consideración (atención, concentración y memoria)
8) Recta meditación: el éxtasis
Los monjes budistas deben ser célibes y despojarse de todo egoísmo. Los laicos también pueden llegar a la iluminación que se convierte en una forma de mejorar la vida.
El hombre tiene que ser más calmo, más controlado y llegar al nirvana.
Para muchos el Budismo es una religión, otros afirman que es una Ciencia de la Mente, también se considera como una Filosofía de la vida y algunos lo adoptan como una Terapia Psicológica.
El Budismo se centra en la mente, y es un efectivo medio terapéutico para lidiar con los problemas de la vida.
Buda alcanzó la iluminación en un abrir y cerrar de ojos y fundó la primera religión sin Dios. Dios existe pero no lo podemos conocer. Sólo conociéndonos a nosotros mismos podemos llegar hasta Él.