La importancia del autoconocimiento.
¿Por qué es importante conocer aspectos propios y profundos?
El autoconocimiento es una herramienta sumamente necesaria sin la cual perdemos acceso a partes esenciales de nuestro psiquismo, y en consecuencia, de quienes somos.
No es posible conocerse en totalidad. Es por eso, que el lema «conócete a ti mismo» puede ser llevado a algo superfluo e ilusorio.
El verdadero autoconocimiento implica confrontarse con aspectos inconscientes que suelen no ser agradables. Implica un compromiso para indagar y concientizar aspectos de la historia personal y colectiva. «La noche oscura del alma» de la que hablan muchos autores representa ese recorrido de conexión con aspectos ocultos o sombríos. Es una verdadera hazaña, de la cual se sale transformado, si se transita adecuadamente.
El recorrido por un tratamiento terapéutico, si se trabaja con el inconsciente, suele dar lugar para ese proceso. Adentrándonos en lo desconocido es la única vía para generar cambios.
Si desconocemos cuestiones de nuestra vida personal y de la historia de la humanidad, dejamos en las sombras un conocimiento que puede ayudarnos en el proceso de individuación, a construir un camino más auténtico, pudiendo discernir con mayor facilidad qué nos une y qué nos separa de los otros.
Carl Jung decía: «La gente podrá hacer cualquier cosa, no importa cuán absurda, con el fin de evitar enfrentarse con su propia alma.»
Esta frase da cuenta de una tendencia evitativa por lo general a enfrentar los aspectos propios más difíciles, y a confrontarse con quien uno realmente es. Para evitarlo se ubica toda la energía afuera, en el trabajo, en los logros, en los bienes materiales. O se conecta con aspectos «suavizados»., ese «conocerse sí mismo» que nunca profundiza lo suficiente.
El autoconocimiento implica inicialmente dolor. Tiene que transitarse la angustia que genera el encuentro o reencuentro con aspectos que son difíciles de asimilar. Responsabilizarnos de quienes somos es un trabajo arduo. Pero sólo se puede lograr una transformación si se atraviesa. Y en esto, no hay atajos posibles.
Con el fin de evitar este trabajo, se emprenden muchísimas acciones. Muchas de ellas, en apariencia, convencen a la persona de que está trabajando en sí misma. Pueden ser actividades de autoconocimiento o terapias alternativas múltiples, pero sin un centro, y sin una verdadera confrontación.
Estas terapias, que son sumamente valiosas si se complementan con un trabajo profundo, pueden quedar en el aire o utilizarse como un modo de evitarlo.
El autoconocimiento es fundamental para poder elegir de modo más conciente. Si no lo hacemos, todo aquello que permanece inaccesible genera efectos desde el inconsciente, llevándonos por caminos que a veces consideramos inevitables. Y esto ocurre a nivel personal pero también a nivel colectivo. Y hoy más que nunca experimentamos aquello que adviene y que se escapa a nuestro control, pero que mucha relación tiene con aspectos que la humanidad mantiene invisibilizados desde hace tiempo.
«Hasta que lo inconsciente no se haga conciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida, y tú le llamarás destino.»
Carl G. Jung
Trabajar sobre uno mismo es la manera de acercarnos a una mayor integración y, a la vez, de mayor libertad.