La importancia del autocuidado.
La promoción del autocuidado, tanto física como psicológica en la población es de suma importancia cuando hablamos de Salud Mental. Más aún en situaciones como la que estamos transitando actualmente.
Los sistemas de salud colapsan en gran medida por el desconocimiento y porque no hay un foco lo suficientemente fuerte en prevención y en educación para reforzar el autocuidado como base. Esto lo decimos en un contexto estándar. Frente al Coronavirus la situación dada de por sí se potencia, ya que se trata de un virus que ha sorprendido al mundo y que desafía nuestros avances y conocimientos científicos.
Pero justamente por esta coyuntura en particular es de especial interés recalcar la importancia del autocuidado. Venimos de generaciones previas, acostumbradas al trabajo excesivo y al escaso o nulo registro de las propias necesidades. En el último tiempo, gran cantidad de movimientos e iniciativas muestran una búsqueda y un cambio.
La situación del planeta, el rol de la mujer, la importancia de la alimentación conciente, el acercamiento a prácticas orientales que prometen mayor cercanía con la espiritualidad nos muestran resultados de un intento por aprehender, dar sentido y entender un poco más la experiencia propia, y a la vez, promover cambios a nivel colectivo.
Frente a este panorama de cambio, de búsqueda, de crisis en las estructuras vigentes, nos encuentra la Pandemia. Sorpresiva y arrasadora, que nos confronta con las debilidades y grietas del sistema sanitario. Frente a ella, aún más debemos repensar el concepto de autocuidado. El trabajo que los profesionales de la salud en general debemos, (a esta altura es un deber ético, sin duda) dedicar en pos de la promoción y la prevención de la Salud.
El Dr. Hugo Cohen, Psiquiatra especialista en Desastres y asesor de la OPS/OMS, dio un seminario hoy por la mañana, y una de las cuestiones que describió fue la pirámide de Salud Mental, que comprende en su base el Autocuidado. A medida que se avanza en la pirámide, cada vez se requiere de mayor especialización, pero disminuye la cobertura. Por esto, es de gran importancia, más aún en momentos como el presente, trabajar en el autocuidado. Los profesionales debemos promover e incentivar con estrategias y con información, a través de las redes virtuales que hoy tenemos a nuestro alcance.
Trabajando en reforzar esto, menos casos avanzaran a los niveles siguientes de la pirámide. Y, fundamentalmente, menos casos llegarán a los hospitales, que tanto debemos evitar que colapsen.
Con esto muy presente, recomendamos revisar las sugerencias y estrategias presentes en los artículos anteriores. El autocuidado tiene relación directa con la autoestima. Y, de no estar desarrollada esta última, el autocuidado tendrá dificultades también en ejercerse.
El autocuidado no es la obsesión por la limpieza y la estética, por ejemplo, ni la autoprotección excesiva que muchas veces trae aparejado el miedo o lo fobia. Hacemos aquí referencia a un cuidado propio integral, que no es defensivo, que incluye la autocompasión, el respeto por uno mismo, el registro de dolencias y necesidades, la toma de medidas necesarias para evitar el contagio (en el caso actual del Coronavirus)…pero, fundamentalmente, se trata del cuidado de la propia Salud Mental, que comprende aspectos emocionales, sociales, afectivos, creativos… incluso, si se quiere, espirituales, y que colaboran con el bienestar bio-psico-social de la persona.
Si difundimos herramientas que trabajen con esta finalidad, evitaremos en gran medida la saturación de los sistemas de salud en el periodo de crisis actual que estamos viviendo.