Muhammad Yunus y la creatividad
Para poder apreciar cómo algunas personas pueden ser creativas a pesar de la enorme resistencia de las estructuras sociales ya establecidas, es importante conocer la obra de Muhammad Yunus, un habitante de Bangladesh, nacido en 1940.
Tuvo la oportunidad de estudiar fuera de su país la carrera de economía pero decidió volver para tratar de ayudar con su colaboración en la lucha contra el hambre.
Una vez interiorizado de la situación, como se dio cuenta que todo lo que había aprendido en la Universidad no era útil para mitigar las penurias de su pueblo, decidió emprender una aventura extraordinaria que lo haría merecedor del Premio Nobel de la Paz en el año 2006, por un millón cien mil euros, que serán destinados a obras benéficas.
Bangladesh, uno de los países más poblados del mundo, sufría de un flagelo que lo asolaba desde hacía mucho tiempo y que aún hoy continúa siendo un problema, el hambre.
Pensó que la única forma de sacar a su pueblo de la pobreza extrema consistía en superar las leyes del mercado, dándoles la posibilidad a los pobres de obtener un pequeño crédito sin garantía, para ayudarlos a realizar una actividad independiente y creativa.
A pesar del rechazo que recibió esta idea por parte de los bancos, en 1976 consiguió fundar el Banco Grameen (Banco Rural).
Muhammad Yunus, no necesitaba ser rico para desarrollar este emprendimiento porque su idea no exige grandes inversiones, por el contrario, es una empresa que no requiere de instalaciones, ni de una administración engorrosa, ya que se basa exclusivamente en la confianza.
Esta fundación recibió el nombre virtual de “Banco de los Pobres” porque el requisito principal consiste en ser pobre.
Esta institución ya ha otorgado créditos a más de tres millones de personas, quienes son partes integrantes del banco y en su mayoría mujeres, que reunidas en grupos de cinco personas, se hacen responsables de palabra, del otorgamiento de nuevos préstamos a otras personas.
Contrariamente a lo que se podría esperar, la tasa de reembolso de estos créditos supera ampliamente a la de los créditos convencionales que sufren una proporción mucho mayor de faltas de pago. Así, nueve de cada diez de estos minicréditos son devueltos puntualmente.
Muhammad Yunus sostiene que las mujeres son más confiables en el cumplimiento de sus obligaciones y están mucho más motivadas en beneficiar a sus hijos con su trabajo.
El modelo del Banco Grameen, es imitado en todos los continentes, incluso en Argentina existen réplicas de esta entidad en varias localidades de la Provincia de Buenos Aires, Chaco, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro y Santa Fe.
Para iniciar una réplica se pueden contactar con info@grameenarg.org.ar
Además de su revolucionario modelo de microcrédito, Muhammad Yunus también ha sido pionero en otras áreas. En 1997, fundó Grameen Telecom, que proporciona servicios de telefonía móvil a las zonas rurales de Bangladesh, donde las grandes compañías de telecomunicaciones no llegan. Este proyecto ha permitido a miles de personas tener acceso a la comunicación y a la información, lo que ha contribuido a mejorar su calidad de vida y a abrir nuevas oportunidades de negocio.
Yunus también ha impulsado el concepto de «negocio social», empresas que, en lugar de buscar el máximo beneficio económico, tienen como objetivo resolver un problema social. Estas empresas reinvierten todos sus beneficios en la propia empresa para aumentar su impacto social. Este enfoque ha inspirado a numerosos emprendedores en todo el mundo y ha dado lugar a una nueva forma de hacer negocios, más centrada en el bienestar de las personas y del planeta.
En 2011, Yunus fue nombrado miembro de la Comisión de Empoderamiento Económico de las Mujeres de las Naciones Unidas, en reconocimiento a su labor en la promoción de la igualdad de género a través de la concesión de microcréditos a mujeres.
Este ejemplo de creatividad en un campo difícil como es el económico, donde el modo de hacer las cosas está firmemente estructurado y además también depende del poder político, nos muestra como los seres humanos estamos capacitados para hacer realidad cualquier hazaña en cualquier ámbito. La vida y obra de Muhammad Yunus son un claro ejemplo de que, con creatividad y determinación, es posible cambiar el mundo.