Psicología
Inicio General Nuevos modos de crianza: emociones y autoestima.

Nuevos modos de crianza: emociones y autoestima.

Publicado por Lic. Maria V.

Estamos en un momento bisagra, donde los métodos de crianza de generaciones anteriores han mostrado falencias y, en muchos casos, serias consecuencias desde el punto de vista psicológico.

La dureza de las reglas, la carencia de contención emocional y de verdaderos límites, y la falta de empoderamiento y motivación de los padres hacia los hijos muestra, en gran cantidad de casos, personalidades rígidas, autocríticas, en muchos casos adictas al trabajo, con dificultades para comunicar sus emociones, con baja autoestima y poco o nulo reconocimiento de las propias capacidades.

Nuevas tendencias, en respuesta defensiva a esto, han anulado los límites, las figuras parentales se han debilitado, ausentes por su necesidad de trabajar, cansados y en muchos casos temerosos de las reacciones de sus propios hijos.

La cuarentena, en muchos casos, ha significado un cambio y una revisión en este sentido, generando tiempo de convivencia mucho más estrecho que ha advenido para resignificar estos roles y estas modalidades.

Sin necesidad de caer en ninguno de estos extremos, las modalidades de crianza necesitan tomar una nueva dirección. Los niños y niñas necesitan compañía, contención emocional y límites adecuados. Las madres y los padres de esta nueva época deben compartir responsabilidad y compromiso con las tareas que atañen al cuidado infantil, y deben procurar que el tiempo que compartan en familia sea de calidad.

Uno de los aspectos fundamentales en este sentido es la validación de las emociones del niño. Negar sus emociones o contradecirlas, que es algo muy presente en la modalidad de crianza de generaciones anteriores, le profiere al niño gran confusión y le acarrea consecuencias negativas en lo que respecta al registro de sus propias necesidades y emociones.

Trabajar en la educación y comunicación emocional, permite que el vínculo madres-padres e hijos se lleve de modo que se tengan en cuenta todas las áreas del desarrollo infantil.

Es importante hacer un traspaso desde la importancia que frecuentemente otorgan los padres al rendimiento escolar, hacia la salud mental y emocional. Si no se atiende a esto último, sin duda el rendimiento escolar, conjuntamente con muchas otras áreas en la vida del niño/a se verán afectadas.

Propiciar su empoderamiento y el desarrollo de su autoestima es otro aspecto central. Esto no implica que haya que ponderar exageradamente todo lo que el hijo o hija haga, es poco realista; y le crea la ilusión de que puede hacer cualquier cosa, de cualquier modo y a cualquier costo, cuestión que no lo prepara para tolerar la frustración. Pero sí es sumamente importante ser empáticos, observar sus potencialidades e incentivarlas,  animándolo en lo que le gusta y ayudándolo a desarrollar lo que le representa dificultad.

La autoestima no puede desarrollarse correctamente en un entorno de crítica y de escaso reconocimiento. El niño tiene que saber que se lo valora, y que se reconocen sus logros y talentos.

Los nuevos modos de crianza -que se necesitan urgentemente- requieren de parte de los adultos que ofrezcan presencia, sostén, validación emocional y límites saludables, que provean un entorno en el que el niño o niña pueda desplegar sus exploraciones y descubrimientos, ayudado por las figuras parentales para regular sus emociones, tolerar la frustración y confiar en sus capacidades.