Psicología, psicopedagogía y psicoanálisis
En relación a artículos anteriores publicados en el blog respecto del «fracaso escolar» y el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), no solo el entrecruce discursivo es entre psicoanálisis y psiquiatría, sino que existen otros campos de saber que se ofrecen como métodos para abordar estas «patologías».
Tanto las psicoterapias (en sus diferentes corrientes) como la psicopedagogía tienen sus herramientas para tratar los problemas de «aprendizaje» que hoy en día se presentan en diversos países…
Lo cierto es que no todas estas ofertas de tratamiento tienen como orientación el abordaje de la subjetividad de la época -tal como lo pensamos en el psicoanálisis de orientación lacaniana. Es así que hoy trataré de cruzar estos discursos, destacando tanto sus aportes como sus límites en el tratamiento del TDAH.
La Psicología en tanto ciencia parte de la unidad del sujeto, el sujeto como sujeto de conocimiento. Es decir un suejeto en una relación natural con el objeto de conocimiento. Así consideran que existe un «estado de conocimiento».
En la experiencia freudiana esos estados de conocimiento no juegan ningún rol, ya que que en el inconsciente existe una lógica de la pregunta y el argumento.
El epistemólogo G.Bachelard considera que en el acto de conocer existen obstáculos que justamente motorizan el conocimiento; que de alguna manera dan cuenta de que es necesario para el conocimiento, que la subjetividad sea interrogada.
Es decir, que esto nos permite ubicar el obstáculo en una doble perspectiva: el obstáculo ene l acto de conocer de cada sujeto, y el obstáculo en lo que pretende abordar cada discurso -lo que leemos en el «fracaso escolar» (los remito al artículo en cuestión) El eclecticismo pretende justamente integrar conceptos que pertenecen a diversos campos teóricos.
Estos efectos nos hacen pensar en lo que ocurre con algunos abordajes que se hacen desde la psicopedagogía, donde encontramos afirmaciones sobre la necesidad de abordar la problemática del aprendizaje en los niños, desde TODOS los discursos: la psicolinguística, la neuropediatría, lo sociocognitivo, lo fonoaudiológico, el psicoanálisis dinámico, etc. De esta manera, la estrategia de intervención consiste ir desde el síntoma hacia los discursos posibles.
La epistomología genética de Piaget fue tomada por la psicopedagogía, para abordar el problema del «fracaso escolar», siendo de alguna manera hegemónica esta estrategia de abordaje.
En este sentido, se puede destacar que lo novedoso del abordaje piagetiano es considerar el «error» como inherente al proceso de construcción del conocimiento. Pero si partimos de estos supuestos, no podemos llegar a diferenciar qué es del orden del desarrollo y qué del orden de la estructura.
Desde el psicoanálisis es preciso ubicar y destacar que justamente, si se integra el error, se satura lo que podría haber sido el agujero; eliminando así la dimensión del errar que concierne a la estructura.
No existe un cálculo del impacto de algunos factores, que aunque se los llame «afectivos», siempre tienen que ver con impactos de lo real; con irrupciones de goce (traumáticas, según Freud)
He aquí la diferencia discursiva.
FUENTE: SALMAN, S. «Psicoanálisis con niños. Los fundamentos de la práctica»