¿Qué es la asertividad?
La Asertividad es una habilidad social y comunicacional que permite manifestar y expresar las convicciones y deseos propios e intervenir teniendo presentes el respeto por los derechos de uno mismo y de los demás.
A diferencia de las posturas pasivas, que permiten que otros tomen las riendas y decidan por uno, y las posturas agresivas o defensivas, que arrasan contra otros o reaccionan visceralmente; la asertividad es una postura criteriosa, equilibrada y coherente, que permite una comunicación e intercambio positivo entre las partes.
Hoy por hoy es una habilidad popular y requerida en los ámbitos empresariales y contextos laborales, ya que una persona con estas características enriquece el diálogo, funciona como mediador en situaciones conflictivas y permite un buen desarrollo del ambiente laboral.
Mediante la asertividad se posibilita pedir, decir que no cuando sea necesario, poner límites a otros y exigir cuando se requiera. Permite manifestar sentimientos y deseos de forma clara, sin invadir el espacio del otro ni faltarle el respeto, pero teniendo la firmeza suficiente como para impedir que se avasallen los espacios y derechos propios.
Para poder desempeñarse de esta forma tiene que haber un trabajo para que las emociones y las posturas defensivas permitan una comunicación empática y flexible. Si la persona está pasando por episodios agudos de culpa, miedo y ansiedad, por ejemplo, difícilmente pueda manejarse con asertividad, porque posiblemente reaccionará desde estas emociones que lo invaden.
La asertividad implica una capacidad de negociación, y tambien ciertas características de empatia que permiten tener un registro de las circunstancias por las que atraviesa el otro, para poder intervenir con inteligencia emocional y no de modo invasivo o disruptivo.
La comunicación asertiva implica arriesgarse a decir lo que uno siente o piensa, pero teniendo en cuenta al otro. Es asumir la responsabilidad de las convicciones propias, liberándonos de prejuicios.
Los prejuicios y las críticas impiden, frenan esta modalidad comunicacional y vincular.
Juzgar es un modo de condicionar, desvalorizar lo que otros piensan y sienten, y, con esto, simultáneamente se frenan las posibilidades propias de expresión genuina.
La asertividad implica un modo de comunicación efectiva, ya que por lo general, favorece el entendimiento mutuo y el resultado que se espera obtener, suele lograrse.
Es un estilo de comunicación, que se relaciona con el manejo de las emociones y el modo de afrontamiento de los conflictos.
Se distingue, como tal, del estilo pasivo, del agresivo, y del pasivo-agresivo, respectivamente. Que son tres estilos comunicativos no-asertivos, que fluctúan entre extremos, y quedan dominados por la emocionalidad, sin poder negociar para llegar a una solución posible.
La modalidad asertiva es difícil de desarrollar sin un trabajo psicológico profundo, si bien hay individuos que lo desarrollan espontáneamente.
Hay que enfrentar los mecanismos defensivos, reconocerlos, conocer las emociones y cual es la razón de que se presenten. Se debe trabajar en estos casos, la inseguridad, la culpa. el miedo, la desconfianza y el resentimiento, que muchas veces impiden un desarrollo comunicacional sano y efectivo.
Solo a través de este reconocimiento es que se puede despejar la comunicación de reacciones defensivas, priorizando el entendimiento y el intercambio vincular.