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¿Qué es la procastinación?

Publicado por Lic. Maria V.

La procastinación es la acción de postergar actividades de las que hay que ocuparse, anteponiendo otras tareas más placenteras o insignificantes.

Todos postergamos actividades en algún momento y es algo lógico, pero la procrastinación es un término que hace referencia a una postergación más o menos crónica. Un tendencia a dilatar la concreción de ciertas acciones que son clave para poder llevar adelante lo que deseamos.

Desde el punto de vista psicológico, la procrastinación es una tendencia evitativa, que implica no-hacer, y mas que nada un no-hacer asociado a lo verdaderamente importante para el sujeto. Cosas nimias pueden llevarse a cabo sin problema, pero aquello que realmente confronta al sujeto con su deseo, es postergado incansablemente una y otra vez.

Desde el punto de vista psicoanalítico la procrastinación se asocia fuertemente a cuadros obsesivos, donde justamente el deseo se instaura como imposible. Gran cantidad de mecanismos se ponen en juego para que aquellas acciones necesarias para ir en dirección del deseo, no sucedan nunca. Mediante estos mecanismos inconscientes, siempre ocurre algo que se interpone entre el sujeto y su posibilidad de actuar en función de lo que quiere.

Así, la procrastinación sugiere algo más que una simple postergación. Pertenece al ámbito del deseo.

Por lo general, las tareas que se procrastinan son o bien tareas pertenecientes al cuidado propio, o tareas que no son placenteras en el corto plazo, pero que implicarían un beneficio o un avance en cuanto a la concreción de proyectos a mediano y largo plazo. La acumulación de todas estas tareas pendientes, hacen sentir al sujeto atrapado, sin tiempo y con mucho por hacer. Podríamos decir que se trata de un circulo vicioso.

La procrastinación esconde tambien la cuestión del placer. Sabemos desde el Psicoanálisis la diferencia entre el principio de placer y el Principio de realidad. El primero, implica la tendencia a buscar una satisfacción inmediata. El segundo implica poder esperar, tolerar los procesos en pos de un beneficio futuro.

La procrastinación es un mecanismo que muchas veces se ubica en torno al primer principio. Por este motivo, la pereza o la dificultad para accionar se asocian a dificultades para aceptar los procesos, actos u obstáculos que puedan presentarse en el camino hacia lo que se quiere lograr. Podríamos decir que tiene relación inmediata con la capacidad de afrontamiento del sujeto, cómo se enfrenta a la realidad y a los conflictos que se presentan.

Uno de los factores que en general incrementa o sustenta la acción de procrastinar es el pensamiento. El raciocinio puede jugar un papel complicado en estas situaciones en donde está inmovilizada la capacidad de acción. Pensar en exceso, lo que llamamos en algunos casos rumiación mental, que es dar vuelta a un tema en exceso impidiendo tomar una decisión, dificulta la puesta en acción. Analizar los pros, los contras y todos los matices de una acción que es fundamental que se lleve a cabo, solo puede colaborar con evitarla. Por esto mismo, es recomendable no dar lugar al pensamiento excesivo, reconocer que interviene al servicio de la postergación y optar por accionar.

Esto muchas veces es una dicotomía, porque accionar es justamente lo que no se puede hacer en casos con procrastination grave. Por esto mismo, la consulta con un psicólogo es fundamental si se observa que esta característica verdaderamente obstaculiza el desempeño del sujeto.