¿Qué es la Verborragia?
La Verborragia es un término o que hace referencia a las personas que se comunican de manera excesiva y apresurada. Representa una modalidad comunicacional plagada de términos, conectando una idea tras otra con gran velocidad y perdiendo muchas veces la relación entre una y otra.
Las personas verborrágicas arrasan con la situación y también con su interlocutor.
Son personas que parecen extrovertidas y entusiastas por comunicar pero que en realidad no quieren intercambiar con el otro.
La ansiedad está frecuentemente detrás de estos episodios. La aceleración del pensamiento repercute en aceleración verbal, por lo general dificultando el razonamiento previo.
Así, estas personas verbalizan antes de pensar racionalmente, o más bien reproducen el caos presente en el pensamiento. Es una manera impulsiva de comunicar, donde lo que prima es una energía caótica, emocional y visceral.
En episodios maníacos, por ejemplo, la verborragia suele ser una característica asegurada.
Las personas en este estado no pueden parar de hablar siendo prácticamente imposible para el interlocutor intervenir o frenar el monólogo.
Además se pueden presentar desconexión entre las ideas y presencia de ideas bizarras o incomprensibles.
Los episodios verborrágicos pueden estar presentes en momentos de la vida de cualquier persona, ya que son potenciados por la ansiedad y el estrés.
Pero hay personas más propensas que otras. Aquellas con características histriónicas, invasivas y expansivas, es posible que presenten mayores episodios verborrágicos o que esta sea una característica de su personalidad.
La dificultad que presentan estos episodios es el correlato social para la persona y para su entorno ya que, por lo general, suelen ser personas que agotan a quienes tienen cerca.
No saben escuchar ni pueden mantener una conversación con las idas y vueltas pertinentes, por lo tanto el entorno suele resentirse, y en muchos casos alejarse.
En el trasfondo de la verborragia hay a su vez cierta cuestión narcisista, que determina la importancia enfocada en la propia persona. Esto es: los propios pensamientos o ideas, sin que pueda tener relevancia la opinión o aporte que puedan llevar a cabo otros.
También la verborragia se puede manifestar en personas con características mayormente introvertidas que deben afrontar un acontecimiento social que les resulta dificultoso o que incrementa su ansiedad. Así, la verborragia emerge como un modo defensivo: la aceleración del pensamiento y de la palabra impide que se sostenga una conversación por más tiempo, procurando que concluya lo antes posible.
De esta manera la persona evita dejar momentos de silencio que permitan cuestionamientos y repreguntas que se siente inseguro de responder.
La verborragia es entonces un discurrir caótico y acelerado del habla que se asocia a un nivel de ansiedad elevado y difícil de manejar para el sujeto.
En muchos casos este exceso de energía no es siquiera registrado por la persona, que continúa a su ritmo llevándose todo y a todos por delante.
Saber a qué responde la verborragia en cada caso en particular es un modo de acceder a su trasfondo y poder resolverlo.
Es importante que el entorno cercano de la persona se lo pueda señalar, para ver si de ese modo se avanza en el reconocimiento del síntoma.