¿Qué técnicas de relajación implementar durante la cuarentena?
Como hemos hablado en el artículo anterior es fundamental cuidar la Salud Mental, más aún en los tiempos que estamos transitando.
Por eso, es importante conocer algunas herramientas o sugerencias que pueden colaborar con este proceso, en especial porque inciden en la disminución de la ansiedad y ayudan en momentos de estrés y tensión. No se pretende sugerir mediante esto que se trata de una solución mágica que ayudará a todos. Hay casos que requerirán de tratamiento psicológico, y por este motivo se reitera la importancia de la continuidad de las terapias para los pacientes que así lo requieran.
Pero como estamos en un momento muy particular, se considera relevante contar con ciertas estrategias con las que muchos no están, quizás, familiarizados. El mindfulness, el yoga, la meditación trascendental, las técnicas de respiración, han mostrado gran efectividad para reducir el estrés, la aceleración de pensamientos y las sensaciones ansiosas.
Nuevamente, no significa que por hacerlo una vez el problema estará resuelto, sino que se trata de implementarlas frecuentemente, con una intencionalidad y verdadera predisposición. Si se incorpora como un hábito comenzará a mostrar resultados conforme pasa el tiempo.
Actualmente, hay disponibles muchas meditaciones y técnicas de relajación en internet, pero muchas veces es difícil encontrar alguna que nos ayude verdaderamente. Es muy subjetivo aquello que relaja o tranquiliza a cada uno. Se asocia por lo general a memorias, recursos singulares que creamos a lo largo de nuestras vivencias personales, que son intransferibles. De modo que la sugerencia es la de ir encontrando qué es lo que a uno en particular lo calma.
Para esto, se debe empezar teniendo un momento en soledad. En la situación presente, para muchos esto puede no ser sencillo, pero se sugiere intentar encontrar algún espacio, pedir a los familiares ayuda para poder respetar ese tiempo a solas.
Durante ese período, que puede empezar siendo muy breve (10 minutos, por ejemplo), buscar alguna música suave, que nos guste, que nos de tranquilidad, o el silencio, dependiendo de cada persona en particular, e intentar concentrarse en la respiración, inicialmente como un modo de focalizar en algo presente, que sirva como puente para detener los pensamiento ansiosos. Es importante que el cuerpo esté en posición cómoda, no forzada, y que se otorgue el tiempo necesario para que la respiración sea cada vez más profunda. No intentar alejar los pensamientos que vienen a la mente es una manera de aceptarlos y no luchar contra ellos. La lucha es un terreno fructífero para la ansiedad.
Tomar estos pequeños descansos, libres de estímulos visuales, de aparatos tecnológicos, de demandas externas, aunque sean breves, colaboran para fomentar espacios de tranquilidad. Ayudan a sobrellevar la convivencia de mejor modo, y posibilitan cierta independencia y respeto por el espacio personal que son necesarios para la salud mental individual y familiar.
Estos espacios pueden utilizarse para diversas actividades: leer, hacer yoga, o hacer algo creativo, como pintar o dibujar mandalas, entre muchos otros,. La salvedad es que no involucre la tecnología, y que pueda hacerse en un lapso de tiempo a solas.
Hay muchas técnicas detalladas y específicas que se pueden chequear en Internet como la respiración diafragmática, las visualizaciones, la relajación muscular progresiva, etc. Pero la idea siempre es encontrar primero los espacios, buscar el modo particular de relajarnos. Y a partir de ahí, incorporar lo que nos resulte necesario.