Psicología
Inicio General Susceptibilidad, ¿Qué es?

Susceptibilidad, ¿Qué es?

Publicado por Lic. Maria V.

La definición más amplia de susceptibilidad incluye la «probabilidad de que algo suceda»; «aquello que es capaz de ser modificado o de recibir impresión por parte de algo o de alguien» y «persona que sufre cambios emocionales con facilidad», entre otros. La propensión a alteraciones sería el punto más relevante.

Este término está asociado a fragilidad, sensibilidad y vulnerabilidad. Desde el punto de vista psicológico implicaría precisamente cierta vulnerabilidad ante los estímulos, los cuales provocan en la persona reacciones o cambios anímicos. De esta manera, un chiste o un comentario que para otros puede resultar nimio, en personas con estas características puede ser motivo de angustia o de irritabilidad.

Un mínimo estímulo puede afectar su estado de ánimo a lo largo de todo el día. Por eso es importante que si afecta la cotidianeidad de la persona se puede iniciar un tratamiento, que implique incrementar la capacidad para lidiar con los conflictos.

Este rasgo se asimila, como mencionamos anteriormente al concepto de sensibilidad o hipersensibilidad que, de manera semejante, caracteriza a personas que resultan afectadas fácilmente por estímulos del entorno.

La susceptibilidad, sin embargo, está más asociada a cuestiones defensivas irritables e incluso agresivas. Las personas que presentan este rasgo pueden reaccionar agresivamente ante situaciones que aparentan ser insignificantes para otras personas, y a veces el entorno no comprende qué pudo haber provocado dicha reacción.

Como parte de la definición indica, lo que es susceptible cambia su forma con facilidad, es afectado, transformado, irritado o exaltado con pocos esfuerzos, y ante el mínimo intercambio. Son personas que absorven lo que sucede a su alrededor, los estados de ánimo de otro, pueden alterar el de ellos, y cualquier cambio en el ambiente puede hacer cambiar drásticamente el estado de ánimo propio.

La posición defensiva es, a veces, tan inflexible que impide reflexionar o tomar con relatividad lo que sucede. Ocurre entonces que las respuestas se vuelven muy automáticas e inconscientes, son actividad ante estímulos que funcionan como «gatillo». Ante su entorno pueden aparecer como personas que se toman todo muy en serio o de manera personal.

Desde el punto de vista de la Psicología Analítica junguiana, y desde la teoría de los complejos podemos pensar que somos susceptibles en las áreas que tocan nuestros complejos. Y muchas veces, si los desconocemos y están muy fuera de nuestro alcance, aparecen con virulencia ante las asociaciones que tienen vinculación con ellos.

En estas situaciones el complejo toma dominio, toma el control, haciendo que el individuo reaccione de esa forma. Esto podemos notarlo porque el entorno suele preguntarse: «¿Qué le pasa?», «Este no es él/ella», o el popular dicho en Argentina: «¿Qué bicho le picó?»

En dichos momentos la persona cambia de manera abrupta, explota o reacciona en lugar de responder reflexión mediante. Se transforma cuando algo toca un tema que constituye un conflicto.

Si bien, desde la perspectiva junguiana, los complejos van a seguir existiendo ya que son parte de la psique naturalmente, la susceptibilidad se trabaja si tomamos contacto con los aspectos que más nos irritan, con los causantes de estas reacciones e intentamos adentrarnos en ellos, asociar y expresar.

Cuanto más acceso a nuestro mundo interno tengamos, esas respuestas defensivas disminuirán y probablemente bajará la intensidad de esa susceptibilidad.