Características de la Psicología
La Psicología es una ciencia diferente con características propias.
La Psicología en general estudia los mecanismos psíquicos del hombre, su comportamiento, las causas de sus conductas, sus hábitos, sus motivaciones inconscientes; sus funciones psíquicas como la percepción, la memoria, la inteligencia, la identidad, la personalidad, la sexualidad y el aprendizaje, la importancia de las emociones y las influencias sociales.
El hombre es la criatura más compleja y más difícil de comprender que existe en el planeta tierra, y su mente es una entidad abstracta que trasciende el cerebro y se combina con innumerables variables, difíciles de medir en un laboratorio para explicar su conducta, único elemento observable y posible de ser medido.
Existen diferentes escuelas psicológicas con distintas cosmovisiones que tratan de definir al hombre desde su propia perspectiva.
Cada corriente intenta la comprensión del hombre desde un punto de vista diferente, lo que constituye la base para implementar las estrategias del tratamiento.
Antes del Psicoanálisis, las enfermedades mentales y los problemas del comportamiento se consideraban patologías orgánicas; pero la teoría psicoanalítica causó una revolución en la medicina psiquiátrica cuando centró la atención en la represión sexual como factor etiológico determinante.
La educación victoriana de esa época fomentaba la represión de las necesidades instintivas como la forma de comportamiento más adecuada para poder ser aceptado.
Freud se dio cuenta que la histeria, enfermedad propia de las mujeres de esos años, tenía como causa la represión sexual en la infancia, a través del estudio y seguimiento de casos célebres que trascendieron gracias a sus escritos.
La importancia que adquirieron los factores emocionales y ambientales en la etiología de las patologías mentales, cambió totalmente la perspectiva para su evaluación, diagnóstico y tratamiento.
El estructuralismo provocó el surgimiento de las corrientes de pensamiento ambientalistas que dieron lugar al desarrollo de la Psicología Social centrada en el estudio de los procesos grupales y los fenómenos de la dinámica de grupo.
Los conceptos de estructura y de sistema proporcionaron una explicación para las relaciones humanas, entendidas como un todo en su ambiente, que como resultado del juego de las fuerzas que las integran, adquiere una dinámica propia.
La fenomenología es una escuela de pensamiento que aportó el concepto de fenómeno, como unidad de estudio que aísla el componente histórico de los hechos y se centra únicamente en el aquí y ahora del suceso.
El Existencialismo considera que el hombre es un ser que primero existe y después se hace a través de su existencia, es proyectado al mundo y luego se define.
El hombre no es nada más que lo que él hace de si mismo, lo que ha proyectado ser y eso lo hace responsable de lo que es y tiene la total responsabilidad de su existencia porque es libre.
Esta responsabilidad es más grande de lo que podemos pensar ya que compromete a todos los demás, el hombre elije a la humanidad eligiéndose, porque con qué autoridad puedo evitar que el otro haga lo mismo.
Este problema existencial origina la angustia que sienten todos los que tienen responsabilidades y el desamparo de no poder contar nada más que consigo mismo y estar condenado a inventarse a cada momento.
El Existencialismo ateo nos dice que sólo nos queda confiar en nuestros propios instintos, porque aunque Dios existiera estamos también eligiendo a Dios como consejero.
El hombre está solo y no tiene excusas, el destino del hombre es él mismo, y si no elige nada, igualmente está eligiendo, elige no elegir.
Para el existencialismo el hombre es de mala fe cuando no asume el compromiso de elegir por si mismo y hace lo que hacen los demás.
Si elijo mi libertad estoy también eligiendo la libertad para todos como fin.
El valor es el sentido que uno elige darle a la propia vida y se puede elegir cualquier cosa en el plano del libre compromiso.
Para el existencialismo es necesario que el hombre se encuentre a si mismo y se de cuenta que no hay nada que pueda salvarlo de si mismo.
La terapia existencial se centra en la búsqueda del sentido de la vida y en la elaboración de un proyecto auténtico.