Las Dietas y la Anorexia
La anorexia es una enfermedad y ataca principalmente a las mujeres.
Cuando una chica pesa menos de cincuenta kilos y mide más de 1,70, se enciende la señal de alarma que está indicando que está sufriendo de anorexia.
Todo se relaciona con la falta de aceptación del propio esquema corporal debido a la identificación con patrones de imágenes culturales que supuestamente hay que tener para ser aceptada.
La anorexia es un trastorno de la alimentación de difícil tratamiento, y comienza cuando la persona comienza a hacer distintas dietas y va eliminando alimentos de a poco porque supuestamente engordan, hasta que finalmente deja de comer.
De esta manera baja de peso en poco tiempo y además se convierte en una persona abúlica, desganada, irritable, débil y de aspecto enfermizo, que llega a parecerse a un esqueleto y sin embargo cuando se mira al espejo, su percepción está tan distorsionada que aunque esté extremadamente flaca, se sigue viendo gorda.
El cuerpo de una persona anoréxica comienza a acusar las señales de su trastorno con distintos desequilibrios orgánicos y altera su rendimiento normal. Decae su estado de ánimo, desea estar sola y evita las reuniones sociales, duerme todo el día, se encierra y se deprime.
Pronto deja de tener menstruación y es en ese momento que suelen acudir al médico.
La atención ideal de la anorexia es un tratamiento combinado, tanto psicológico y psiquiátrico, como médico y nutricional.
En los casos extremos es recomendable un período de internación de quince días en un lugar especializado, para poder realizar un buen control de la alimentación, fomentar hábitos sanos, someterse a un tratamiento psicológico en un grupo con el mismo tipo de afección, y para recibir la atención psiquiátrica y médica que corresponda.
La persona que se obsesiona con el cuerpo es la más propensa a sufrir de anorexia, cuando su vida se reduce al intento de cambiar su esquema corporal a toda costa y su personalidad se va empobreciendo en todos los demás aspectos.
La anorexia está asociada a la bulimia cuando fracasan los mecanismos de privación y se producen los atracones que se solucionan con el vómito.
La depresión y la baja autoestima están en la base de estas afecciones, que representan un suicidio lento y doloroso y una vida con un solo significado, permanecer aferrados a la imagen que les devuelve el espejo que nunca los satisface y empeñándose en criticarse hasta la extenuación.
El anoréxico pierde el deseo de comer y tiene que volver a recuperarlo empezando por alimentarse a la fuerza hasta recuperar el gusto por la comida.
Una adolescente puede caer en la anorexia cuando vive esta difícil etapa tratando de controlar todo.
A veces, la familia es exigente, desean lo mejor para sus hijos, el mejor colegio, la mejor ropa, las mejores amistades, que tengan la mejor presencia y que sean buenos estudiantes y comienzan a transmitir la preocupación por la gordura desde la infancia como una condición esencial para no ser rechazado.
La comida deja de ser una necesidad natural para mantener el cuerpo saludable y se torna una amenaza para no conseguir lo que se desea y para no llegar a conseguir la imagen que dicta la moda.
La persona que sufre anorexia tiene un afán por la perfección, la pureza y la estética y siente rechazo por lo que cree que es lo contrario, como la sexualidad con la cual suelen tener serias dificultades.